viernes, 8 de junio de 2007

El amigo informático (I)

Creo que muchos de los que holláis este humilde blog ya conocéis la figura del amigo informático; ya sea por sufrirlo en carne propia o por ver la hora chanante. Pues hoy inauguro esta sección donde iré contando anéctodas cuando... cuando me salga de ahí; léase ahí de la manera más soez que soporte la propia sensibilidad.
Hace ya un tiempo mi madre me metió en un embolao con un chico de mi pueblo sin darse cuenta, la pobre. Fué más o menos así:

suena un inquietante teléfono -Tirurí, tirurí.- Lo cojo.
- Bai?
- Hola hijo, ¿qué tal?
- Aquí, picando código. ¿Y tú?
- Bien bien. Oye, que estaba tomando el café con lamadredelsujetoencuestión y ha venido su hijo, elsujetoencuestión -Al que llamaré, cariñosamente, Sujeto- y me ha dicho que a ver si le podias bajar no se qué. Le he dicho que sí, ¿te parece bien?
- Vale, ¿qué tengo que bajarle? -digo yo solícito, siempre dispuesto a ayudar al prójimo mientras no me cueste trabajo-.
- No se. Me ha dicho que vayas luego a a su casa.
- ¿A su casa a bajarle algo? Eso lo hago desde mi ordenador... -empiezo a ponerme en tensión-.
- Es que me ha dicho que no le funciona algo...
- Jooooder... Vale, vale. Luego voy.

Al terminar mi jornada laboral conduje los cuarenta y pico kilómetros que separan mi oficina de mi pueblo y, sin poder cambiarme siquiera pues el Sujeto vive de camino a casa, fui a ejercer de buen vecino.
Ya situado frente al ordenador del Sujeto le pregunto que le ocurre. Es un chico sobre la treintena, soltero y sin novio/novia conocidos, religioso y beato y asiduo a mítines del PNV. Bendito por la iglesia, vamos. Y me dice:
- Pues... es que me quiero bajar un programa para hacer unos ejercicios de contabilidad y... no me deja.
- A ver, enséñeme usté lo que hace para bajar.
- Voy a esta dirección, pincho aquí y se baja, pero luego no se qué pasa.
- Hum... es un .exe; ¿tienes firewall? -Me mira con la mirada estúpida de una vaca- Mmm... ya miro yo. -Accedo a las conexiones de red y allí aparece, en todo su esplendor, un icono rosa llamado Livesex.com. ¡Joder con el meapilas este! En cuestión de segundos mi mente trazó una parábola que sólo puedo describir así: livesex.com, onanismo, mano, ratón, ratón... ¡Aaaaaaaaj!
-Mira tio, no sé. Me tengo que ir. Agur!

Desde entonces cada vez que me llamán para ejercer de amigo informático digo: vale muy bien. En mi empresa cobramos doscientas cincuentamil pelas la hora -es un dato inventado-. Por ser tú te lo dejo en cincuenta euros la hora.
No falla, señores.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo soy más bien la prima informática, qué se le va a hacer. Y prefiero no pensar en lo que han estada haciendo los ratones por ahí, soy más feliz.
A ver si me busco un nick para postear...

Anónimo dijo...

Yo debo de ser esa de Basauri... Por la hora más que nada.

Osito dijo...

Ciertamente, para escribir un libro, sí señor, las anécdotas con los "amigos" que se creen que eres el servicio técnico gratuito.

Es mejor cuando llegas a una oficina, porque una amiga de una amiga tiene problemas con el ordenador, que se le bloquea, y tras pasarte una hora revisando configuraciones, comprobando firewalls, antivirus y demás, descubres que la generosa madre naturaleza le ha otorgado de un par de prominencias pectorales superiores a las de la media, y con ellas "golpea" el teclado cuando se acerca a ver la pantalla, lo que hace que se bloquee.

Te aseguro que la de maneras de comentarle el "problema" del ordenador que pasan por tu cabeza en 30 segundos, es infinita XD