miércoles, 30 de abril de 2008

El castillo.

Un ambicioso plan del ayuntamiento de Mundaka ha puesto en marcha la mejora de las canalizaciones de agua en el casco urbano. La verdad es que estaban hechas una pena y tenían menos presión que las arterias de un muerto. Ahora le ha tocado a mi calle, en pleno casco urbano del pueblo. La verdad es que la obra no estaba ocasionando más problemas que el ruido y, en ningún momento que yo sepa, hemos perdido el suministro.
Pero hoy, al llegar al portal para ir al trabajo he mirado hacia abajo y, ¡carajo!, me he encontrado con que mi habían convertido el edificio donde vivo en un castillo medieval. ¡¡¡Con foso!!! Joder, tenía un foso de un metro frente al portal y no podía aspirar con llegar a la otra orilla porque es donde estaban dejando las piedras y barro que sacaban. De puta madre empezamos el día.
Había dos operarios operando; uno de ellos manejando la excavadora y el otro desescombrando metido en la zanja. El desescombrador es el que se encontraba más cerca de mí, justo al lado de la escalera del portal, retirando los escombros para dejarlos... ¡en mi camino!
He soltado un bufido y el desescombrador se ha dado cuenta de que yo estaba allí parado. Le he mirado a los ojos intentando establacer esa comunicación no verbal que es como un sexto sentido. Se me olvidaba que, para que eso funcione, el interlocutor debe ser más inteligente que una llama o un camello. No era el caso; me he encontrado con una mirada estulte y bobalicona. Hora de pasar a la comunicación verbal:
Yo: No me jodas...
Él: ... (mirándome como las vacas al tren).
Yo: No me jodas, no me jodas.
Él: ... ¿eh? ¡ah!

Entonces ha procedido a retirar un par de pedruscos y algo de barro para permitirme saltar -sí, sí, saltar- al otro lado. Ni poner una tabla ni cojones en aceite. Que yo iba con prisa, pero no me imagino a las señoras del edificio saltando el jodido foso para ir a tomar el café, la verdad. He pensado en decirle que pongan una pasarela pero lo he juzgado inútil. Tantas palabras a la vez podrían hacerle entrar en un bloqueo sináptico que no le permitirían trabajar en todo el día, y aún no habían descargado los cocodrilos para meterlos en el foso. He intentado seguir con mi camino pues. Pero no iba a ser tan sencillo.
Soy una persona gruesa, pero los 20 centímetros que dejaba la jodida excavadora para pasar no serían suficientes para ningún adulto de talla media. El de la excavadora, que era más inteligente que el del escombro -probablemente por eso estaba manejando maquinaria y no de mierda hasta las ingles- se ha dado cuenta y ha intentado dejarme paso, con tan mala suerte que ha lanzado la pala hacia mi persona. He logrado apartarme a tiempo. O eso pensaba, porque al llegar al trabajo he visto una enorme y pegajosa mancha de barro en mi gabardina.

Pienso pasar la factura del tinte al ayuntamiento.

Por otra parte el foso viene bien para cuando los otomanos ataquen el portal.

lunes, 28 de abril de 2008

Car-masutra.

Los que me conozcáis sabréis ya a estas alturas que me caracterizo por cierta misantropía. Disfruto con la tranquilidad y no me gustan los lugares donde se concetra mucha gente. Las personas, cuando se acumulan, tienden a ser más ruidosas y desagradables. Es por eso que, a veces, me gusta comprar una cena para llevar y dirigirme a un lugar apartado, cerca de la naturaleza. El problema es que, la misma gente de la que huyo disfruta también de esos parajes relajados... como picaderos.
Y claro, por muy tranquilo que se quiera estar, charlando o viendo una peli en el portátil, o jugando al Go, al final la atención se centra en la salvaje y agreste pareja del coche de al lado en lugar de en la salvaje y agreste naturaleza del entorno.

Ayer mismo, a plena luz del día, en un lugar muy transitado por coches y peatones, por niños y ancianos, un coche que se encontraba a unos pocos metros de nosotros aparecía empañado, haciendo evidentes los calores de los ocupantes. Desde nuestra privilegiada posición y con un poco de rubor -al principio- podíamos observar el movimiento rítmico de algo cubierto con una prenda blanca. Pero no fuimos capaces de adivinar que parte de la anatomía humana podía ser. Parecía un codo, un tobillo o un hombro, pero, cualquiera de estas posibilidades, hacía pensar en extrañísimas posturas -estaba a la altura del retrovisor del acompañante- que no podían ser cómodas en el interior de aquel pequeño Polo.
El pudor inicial pasó pronto y dejó sitio para el cachondeo. Nos reíamos con las caras que los peatones ponían al pasar por delante del coche y ver el percal, mientras intentábamos adivinar qué postura de lo que nosotros denominamos -de manera original, creíamos, el car-masutra estaban practicando. No fuimos capaces de deducirlo, sinceramente.

Y hablando de fornicios intra-automóvil, debo mentar a una chica que, estando a unos 10 metros de nosotros, nos dejó perplejos. Su pareja debía de ser un amante excepcional, pues los gritos de placer que profería la señorita excedían con mucho al tímido rumor del mar. Tanto gritaba que producía lo mismo risa y perplejidad. Lo de Meg Ryan en aquella estúpida comedia romántica era un susurro en comparación con los sonoros gemidos de nuestra momentanea vecina.

A sumar todo esto a los múltiples gluteos bamboleantes, piernas desnudas y cabezas que se mueven rítmicamente que se pueden ver en cualquier sitio, incluso a plena vista de cualquiera. O esa pareja que, pasando del coche y aprovechando un día templado, se puso a practicar artes amatorias en una campa cerca de Aixerrota -en Algorta- mientras las decenas de personas paseantes les miraban entre anonadados y divertidos.

El amor es bueno, pero no es necesario exhibirse. Y, por favor, no tiréis los condones al suelo, marranos.


Y aunque no os lo creáis, el Carmasutra existe.

viernes, 25 de abril de 2008

Esos hijos de puta con los que compartimos las carreteras (I).

Quiero comenzar hoy con una serie que, tal y como está el tráfico en estos tiempos, es posible que se vuelva asidua. O no, depende de si me da la gana, como siempre.
En este primer capítulo hablaré de esos descerebrados al volante que ignoran el uso de los pilotos luminosos de sus vehículos. O pasan de usarlos, que es peor.

Las lucecitas más maltratadas son, sin lugar a dudas, los intermitentes. Cuántas veces os ha pasado ver un coche a vuestro lado que, aparentemente va a seguir por su camino. Pero de repente y sin previo aviso se incorpora a vuestro carril, justo delante vuestro. ¡Y pone el intermitente cuando ya ha empezado la maniobra!
O cuando estás en una glorieta, tratando de meterte para proseguir la marcha y un coche, al que tú respetas por tener él preferencia, se sale sin señalizar, dejándote con un palmo de narices.

A ver, tontos del nabo. Los intermitentes no son para decir "estoy girando, cómo molo", sino para decir "voy a girar, ten cuidado y, si puedes cédeme el paso". ¿Es tan dificil de comprender, gilipollas?
El simple hecho de señalizar estas maniobras correctamente haría más sencillo la conducción de todos, pero a estos retards no se les puede hacer entender la función de las luces.
Y peores aún son los que no señalizan en absoluto. ¿Para qué, si yo ya se por dónde voy? parecen pensar estos infraseres.

¿Y qué me decis de esos entrañables bastardillos que van con antinieblas sin que haya niebla? ¡incluso con lluvia! Esque es de divertido cegar a los demás conductores... y el coche queda tan molón con todos esos faros encendidos...
A ver, mamones. Las antinieblas delanteras ciegan a los conductores que os vienen de frente, y las traseras al que viene detrás. ¡Las delanteras se reflejan en el suelo y te dejan pistojo! ¡Las traseras te dan en los ojos directamente!
Y cuando preguntas las razones te dicen que, así ellos ven mejor, es más molón o ¡no saben quitarlas! ¡¿Pero cómo se puede ser tan subnormal y sacarse el carnet?! ¡¿Pero de dónde coño sale tanto imbécil?!

Para todos ellos... ¡¡¡Hijos de puta!!!

Es cierto, las carreteras crispan... hasta que me compre una apisonadora.

miércoles, 23 de abril de 2008

El día feliz de los amantes de los libros.

Estoy cansado y tengo sueño. Me he despertado como si sólo hubiese dormido durante 13 segundos. He perdido un tiempo precioso, además, porque tenía los papeles del coche en casa -para un trámite del ayuntamiento- y me los había dejado olvidados, lo cual me ha creado una serie de disyuntivas en serie; primera: ¿vuelvo a buscarlos o voy sin los papeles? la respuesta ha venido sola, ya que, de ir sin papeles, es seguro que me hubiesen parado en un control y ya teníamos el lío montado. Segundo: ¿Lo busco yo o despierto a ama? he intentado buscarlo yo, pero he deducido que el "orden" del que presumen las madres no es tal; por poco espacio que ocupen los objetos, si no se encuentra fácil no estan ordenados, sólamente están amontonados.
He tenido que soportar un ridículo y eterno tránsito por Bermeo debido al tráfico, porque, ya es malo que los bermeanos usen el coche hasta para ir a por el pan y cruzarlo sea siempre tedioso pero, si lo juntamos con lo camiones descargando y con excavadoras y tractores empezaremos el día con unas deliciosas ganas de exterminar a todo bicho viviente al alcance de nuestros ojos. Para recuperar décimas he tenido que hacer scratch en Sollube.
Y, ¿sabéis? Por segundo día consecutivo había control con radar camuflado en la variante de Mungia -aunque en sentido contrario al que yo voy-. Una de las agentes era digna de protagonizar alguna de vuestras fantasías preadolescentes con uniformes y esposas -esto va especialmente dirigido a Pellejo y Deivid-.

Pero hoy es un buen día, amigos. Es el día del libro. Y a mí me encantan los libros. Por eso propongo a todo el que me lea que, ya sea en su bitácora o en los comentarios, cuente qué es lo que está leyendo actualmente y recomiende un libro que le haya gustado. Yo prime.



Actualmente estoy leyendo el 'Genji Monogatari' (la novela de Genji), una de las más antiguas novelas de la literatura japonesa y un clásico de la literatura universal. Escrito hacia 1120 por la dama cortesana Murasaki Shikibu -pariente del clan Fujiwara- es una delicia de leer. Comparado muy a menudo con el Quijote y otras grandes obras, soprende página tras página. No desmerece su fama, en mi opinión.
Muchas obras japonesas posteriores hacen referencia al Genji; se me ocurren por ejemplo el manga Vagabond, de Takehiko Inoue; Kafka en la orilla, la novela de Haruki Murakami; el billete de 2000 Yens, tan dificil de encontrar... y muchos más.
La edición que poseo es la del Círculo de lectores en dos volúmenes (que no se corresponde con el de la imagen).


No puedo sino recomendar un libro del que actualmente es mi escritor favorito: Henning Mankell. Pero quiero alejarme de sus conocidísimas pero fantásticas novelas del desastroso inspector Wallander. El niño que dormia con nieve en la cama es una bellísima novela juvenil que, al menos a mí, me fascinó. La escritura del sueco me parece magistral, pero lo mejor de todo, sin duda, es su asombrosa manera de construir historias. Leedlo, por favor.


Y, bueno. Felicidades a todos los Gorka, Jorge, Jordi...

P.S. Hoy no me da la gana de poner enlaces, hala.

martes, 22 de abril de 2008

Cosas de ser un Pringlebrown.

Aparte de soportar goteras en un edificio lleno de equipos informáticos -extreme programming se le llama-, de comer en una especie de almacén subterraneo donde la única ventilación es un aire acondicionado que se pone en marcha cuando la luz del baño está encendida -al margen de que el baño esté separado del "comedor" por un ascensor-. Aparte del baño con orines en los suelos y vellos púbicos en los urinarios y del parking atestado. Aparte de promesas de los jefes que, o no se cumplen nunca o se cumplen muy tarde, del bajo sueldo y ridículas exigencias. ¿Qué se suente cuando te has pasado una semana volviendote loco para que quepan cuatro etiquetas idénticas en un A4, teniendo en cuenta que el número de etiquetas que pueden solicitar es variable -de 1 a 8 (8 tumbado)- en un Smartform, lo consigues y al enseñarselo al cliente éste dice que sólo quería uno por página? ¿Qué se siente?

Dejaré que lo responda Monty :D

Y, ¿qué se siente cuando te desplazan a cliente con un horrible horario de sol a sol, te quedas sin fines de semana y te piden que te afeites para parecer presentable?

Dejaré que responda Master_dame_px.


Si hay algún lector jovenzuelo que no tenga decidido que estudiar... la informática es el camino, amigo. Un oficio con futuro, posibilidades, buenos trabajos, sueldos millonarios... ¡únete!

viernes, 18 de abril de 2008

Ich bin ein berliner; viaje a Berlín.

Ya sé que comenzar la crónica de nuestro viaje con tamaño cliché es indigno de mi, pero ¡qué razón tenía Kennedy cuando lo dijo!
Berlín es una ciudad interesantísima y enorme, con una apasionante historia y lugares memorables que forman parte de ella. Incontables símbolos de la Historia -con mayúscula- llenan los rincones de la capital germana. Sí, Berlín es historia, historia, historia. Y mucho más: superación, normalización, técnica, planificación, gastronomía, gente...
Nos ha encantado. Y si bien los berlineses pueden parecer frios lo cierto es que son exquisitamente educados y respetuosos. Y nos hemos encontrado con gente amabílisima que, al vernos perdidos mirando el plano, se paraban a preguntarnos si necesitábamos ayuda y, de paso, bromear un poco. Una jovencita en cierta calle, un señor y una pareja en el metro, un señor en el tren... Gracias a todos.

Destacaré, para empezar, el impresionante sistema de transporte público. Los que utilizamos -a veces padecemos- el transporte público de Bizkaia no podemos hacernos una idea clara de las diferencias entre ambos hasta sentirlo en carne propia, pero intentaré transmitirlo de la mejor manera posible: lo primero que sorprende es que se accede desde la calle al andén, sin que nada impida colarse en el tren sin comprar y cancelar el billete salvo la propia honradez. No puedo imaginarme el caos que sería eso por estos lares; estaría el tren lleno de gente sin billete casi seguro. Tal es la confianza en la honradez de los usuaios que, en los 8 dias que estuvimos por allá -utilizando regularmente el transporte- no vimos un sólo revisor.
La red de conexiones está gestionada por varias sociedades distintas, pero eso no afecta al usuario; el billete es único y se puede combinar el U-bahn -suburbano-, S-bahn -tren elevado/cercanías-, tranvía, autobús... Nosotros compramos un abono semanal, lo cancelamos una vez y... ¡nos olvidamos! una gozada, de verdad. El abono semanal para las zonas A y B -que cubren la práctica totalidad de Berlín y gran parte del extrarradio- cuesta unos 25€.

·Checkpoint Charlie: La antigua frontera física -y simbolica- entre el capitalismo y el comunismo es hoy en día víctima del consumismo turístico más salvaje y bestial.
Pasear por el antiguo control es gratuíto, así como sacar fotos al ya mítico cartel que advertía que se estaba abandonando el sector americano. Sólo que este cartel es una mera réplica y el auténtico se encuentra en un museo situado en la misma calle y que, si bien sobre el papel puede parece muy interesante, es ridículamente caro. Además el lugar está repleto de puestos y tiendas de souvenirs donde te cobran absolutamente por todo -2€ por hacerte una foto con un gorro y abrigo soviéticos prestados-. Aunque es un buen lugar para comprar regalos, los baratos de los puestos son pura chatarra y los buenos son muy caros.

·Topographie des terrors: A unos pocos cientos de metros del Checkpoint Charlie se encuentra el solar donde antaño se ubicaba el cuartel general de la Gestapo. Sobre este mismo solar está proyectado que se erija un museo memorial. Mientras tanto, en los cimientos, existe una exposición con fotos y textos -en inglés y alemán- que atestiguan las barbaridades cometidas por la policia secreta del estado y las SS, tanto en Alemania como en otros lugares.
Las fotos pueden ser un poco fuertes para las personas sensibles -más allá de su significado, aparecen cadáveres, asesinatos y demás-.
La entrada es gratuíta pero hay que sortear a unos gitanos que suelen estar mendigando. Si queremos deshacernos de ellos sólo hay que responder que no, educada pero seriamente, cuando pregunten si hablamos inglés -lo harán-.

·Potsdamer platz: Continuando con el paseo y siguiendo las señales llegaremos a Potsdamer Platz, uno de los núcleos centrales de la ciudad de Berlín.
A principios de siglo la plaza era tan bulliciosa debido al tráfico que se estableció en ella el primer semáforo de Europa, que aún se puede observar en funcionamiento, pese a que no regule el tráfico.
También se conservan unos trozos del muro y, junto a ellos, paneles con información escrita -y hablada (en castellano), si nos acercamos a cierto poste que se ve con facilidad- sobre el.
Otros lugares de interés que hay en la plaza son el Filmmuseum de Berlín, un Lego discovery centre, Sony center -para technofrikis-, cines, restaurantes, tiendas...

·Brandenburger tor: Entre las avenidas Unter den linden -bajo los tilos- y 17 Juni se encuentra la histórica y monumental puerta de Brandenburgo -una de las dos, hay otra en Potsdam pero su único parecido es el nombre-.
No puedo decir nada que no haya sido dicho ya ni mejorar nada de lo dicho. Simplemente puedo decir que es hermosa y que hay que emplear unos instantes en su contemplación.

·Reichstag: A pocos metros de la puerta, pasando por las cruces blancas en memoria de las víctimas del muro -en la parte sur de Tiergarten- se encuentra el edificio del Reichstag, cuyo incendio dió la excusa a Hitler para asestar el golpe definitivo a las libertades individuales y comenzar su terrorífica dictadura.
Hoy sede del Bundestag -parlamento alemán- el acceso a la espectacular cúpula de Sir Norman Foster es gratuíto, aunque eso provoca larguísimas colas.
Es de los pocos lugares abiertos hasta las 22 horas. Cuidado con las navajas para cortar chorizo que hay que pasar un control de seguridad para entrar.

·Tiergarten: Es el pulmón verde del centro de Berlín; un parque enorme que comienza justo después de la puerta de Brandenburgo y discurre a los lados de la avenida 17 Juni. En este parque se encuentra el Sowjetisches ehrenmal, un monumoento a los soldados soviéticos digno de ver.
Y en el centro del Tiergarten, en una enorme rotonda, el Siegessäule, la columna de la victoria de Berlín. Por 2€ se puede subir a la plataforma situada justo debajo de la diosa Victoria -que saluda burlona hacia París- a unos 60m de altura. Os advierto que hay que subir un montón de peldaños de una empinada y estrecha escalera de caracol.
Las vistas son geniales... para los que no padezcan de acrofobia.

·Gendarmenmarkt: En esta curiosa plaza se encuentra el Konzerthaus Berlín, de Karl Friederich Shinkel -este tío lo construyó todo en Berlín y Brandenburgo- flanqueada por dos caterales gemelas: la Deutsche Dom y la Französische Dom -que fué la primera en construirse y se hizo a semejanza de la iglesia hugonote destruida en Charenton-saint-Maurice-. Fué construida para los hugonotes exiliados.
La alemana fué destruida en la II GM y reconstruida tras la reunificación.

·Alexanderplatz, Nikolaiviertel y Berliner Dom: La plaza de Alejandro -llamada así en honor al zar Alejandro I- no tiene pérdida: en el centro de la misma se encuentra el Fernsehturm -torre de televisión- construida por los soviéticos y que mide 365 metros. Se puede subir, pero es carísima y las colas suelen ser larguísimas cuando hace buen tiempo. Cuando hace mal tiempo sería pagar una pasta por ver... nubes.
Hay muchos comercios, restaurantes, metro, tren, tranvía... y un pequeño tugurio donde sirven un delicioso Currywurst -damos fé-.
Si nos encaminamos hacia el barrio de Nikolaiviertel nos enccontraremos en la parte trasera de Alex -como es conocida comunmente la plaza- una preciosa fuente dedicada a Neptuno y las estatuas de Marx y Engels.

El barrio de Nikolaiviertel es un lugar adecuado para comprar regalos de calidad y dar un agradable paseo. Recibe el nombre de una iglesia muy fotogénica que tiene justo enfrente una curiosa fuente de un oso que a mi pareja le encantó.

El Berlner Dom, al otro lado de Alex desde Nikolaiviertel, es la espectacular catedral de Berlín. Hay que pagar por entrar y las escaleras a la cúpula son un putadón.

·Monumento conmemorativo y museo de Sachsenhausen: Lugar de obligada visita que pone los pelos de punta. Mediante la ayuda de una audiguía -en castellano y de pago pero barata- se nos conduce por todos los lugares del campo de concentración y exterminio haciéndonos parte de la conciencia colectiva de los hechos espeluznantes llevados allí a cabo, tanto por Nazis como por Soviéticos.
Iba a decir que me gustó, pero no es la palabra correcta. Lo cierto es que no sé que palabra utilizar.
La audioguía relata lo que sucedió allí de manera directa, sin eufemismos ni circunloquios. Sin edulcorantes pero evitando caer en la morbosidad o lo escabroso. Cuenta exáctamente lo que ocurrió tal y como ocurrió; ayudándose además de testimonios de víctimas de propia voz.
Hay que ir a verlo. Y aún después de haber ido cuesta creer que el ser humano pueda llegar a tales extremos. Si no te revuelve las entrañas eres inhumano.
El lugar está a unos 15 o 20 minutos a pié desde la estación de Sachsenhausen, un pueblecito de las afueras de Berlín. Hay una parada de autobús frente al campo, pero estábamos aturdidos y no nos fijamos en qué línea era.

·Olympiastadion: En 1936 y con Hitler en el poder se celebraron en Berlín los juegos olímpicos. Para tal efecto construyó en Charlotenburg, a las afueras de la capital, un complejo olímpico sencillo pero lleno de simbolismo -pro germánico, claro-.
Hoy en día renovado y sede del Hertha BSC, el equipo de fútbol berlinés, se ofrecen audioguías que, conjuntamente con al entrada, cuestan 6.50€ -5.50€ reducida- y hay que dejar un documento de identidad como depósito.
El tour con la audioguía -en castellano- dura sobre una hora, aunque nosotros tuvimos que hacerlo a sprint y conseguimos completarlo en 45 minutos.
Es una visita fantástica.

·Ku' damm e iglesia memorial Kaiser Wilhelm: En la pintoresca calle Kurfürstendamm -o Ku' damm, como se refieren a ella los lugareños- no encontramos con un monumento que quiere servir de recuerdo de los estragos de la guerra: Kaiser-Wilhelm-Gedächtniskirche. La iglesia fué víctima de los bombardeos aliados durante el asedio final a la ciudad. Después de la guerra se decidió dejarla tal y como había quedado a modo de testimonio; sólo queda en pié la torre, y su cúspide se halla fracturada. Marcas de balazos y metralla son visibles desde todos lados.
Paradójicamente esto, en lugar de restar belleza a la construcción original, no hace más que incrementarla.

·La isla de los museos: En el mismo centro de Berlín, justo donde el Spree se divide, se encuentra una auténtica isla del tesoro: Museumsinel.
Ni más ni menos que 5 museos nacionales son los que ocupan el espacio de esta isla. Y sus colecciones no son baladí -en ninguna de sus dos acepciones-.
1- El Altes Museum o viejo museo: para empezar, es un edificio precioso; al entrar en la rotonda central casi pierdo hasta el aliento por lo hermoso que es. En su haber una gran colección de arte y objetos grecorromanos y, hasta que el museo nuevo -Neues museum- sea remodelado, una más que impresionante colección egipcia donde la pieza más llamativa quizá sea un busto, asombrosamente conservado, de Nefertiti. Pero os aseguro que hay mucho más que ver.
2- El Bode Museum: Situado en el vértice norte de la isla, está dedicado al arte sacro. Docenas de retablos, cruces... ¡yo que sé!
3- El museo del Pérgamo: El más querido por los locales. Y no me extraña porque es impresionante.
El nombre del museo proviene de la antigua ciudad del Pérgamo, en lo que ahora es Turquia. En esta ciudad hace no sé los años construyeron un altar dedicado a Zeus... y ese altar es lo primero que te encuentras al entrar en el museo. ¡Es enorme! de unos 25m de ancho y 10 de alto.
Pero no es el único objeto gigantesco del museo; también se puede disfrutar del sobrecogedor espectáculo que debía de ser entrar en Babilonia... ¡paseando por uno de sus verdaderos caminos que lleva a una de las verdaderas puertas! Sí, la puerta de Istar esta ahí, y es algo a-lu-ci-nan-te. Lo cierto es que parece un museo dirigido a dejar con la boca abierta a todo aquel que tenga la fortuna de visitarlo.
4- Alte Nationalgalerie: Museo dedicado en exclusiva al arte escultórico y pictórico del siglo XIX.
5- Neues Museum: Ya he dicho que está siendo remodelado y que acogerá una fascinante colección de objetos egipcios.

Se puede comprar una entrada combinada para todos los museos que sale mucho más barata que la entrada a dos museos por separado. Es decir, si se va a visitar más de un museo, es una chorrada no comprar la entrada combinada.
Además hay guardarropías y audioguías gratuitas en todos los museos -pero no siempre en castellano- para disfrutar más de la visita.

·Ampelmann, Hauptbahnhof & East side gallery: Tras la derrota de los Nacional-socialistas, los vencedores establecieron el futuro de alemania partiendo ésta y su capital. Así pues, Berlín quedó dividido en varios sectores y, algo después fué separado físicamente mediante El Muro.
El Muro marcaría la vida de Berlín hasta 1989, cuando por fín cayó. De todos modos la vida siguió, mal que bien, a ambos lados. Y surgieron artistas anónimos -y no tan anónimos- que utilizarian el hormigón de muro como lienzo. Aún se conservan muchos de esos trozos; especialemente reseñable es el conocido como East side gallery, un largo pedazo de1.3 Km que discurre junto a la orilla del Spree -S-bahn Ostkreuz- y fué pintada, en el lado oriental, a la caida del muro. Se considera la mayor galería al aire libre del mundo.

Y también del lado oriental surgió un simpático hombrecillo de los semáforos ó Ampelmann. Adorna los semáforos del lado este de Berlín y hoy en día se ha convertido en todo un símbolo de la ciudad. Se puede comprar todo tipo de merchandising con su imagen: gominolas, paraguas, chanclas, mecheros, lámparas...
Son un regalo estupendo.

En 2006 Alemania acogió el mundial de fútbol. Para poder absorber las mareas futboleras que provocaría ésto, se reforzaron las ya de propio sobresalientes infraestructuras. Y dentro de este plan entraba la construcción de una enorme estación central: el Berlin Hauptbahnhoff.
Esta impresionante y hermosa mole de cristal adorna una orilla del Spree en el centro de la ciudad, y es más que digna de mirar.
Recomiendo ver el episodio sobre la construcción de Megaestructuras.

·Potsdam: En un descanso, acompañado de chocolate caliente y un donut, en un Dunkin, encontramos un panfleto que ofercía un tour guiado gratuíto -basado en propinas- en la cercana localidad de Potsdam. Más tarde averiguamos que New Europe tours ofrece servicios parecidos en varias ciudades Europeas. Y os lo recomiendo encarecidamente. El panfleto nos convenció y decidimos ir a uno de los 3 puntos de encuentro posibles para conocer a nuestro guía.

Un par de minutos después de la hora programada llegó a la plaza un grupo angloparlante liderado por un jóven con una divertida gorra, incontables piercings, dilatadores en ámbos lóbulos, tatuajes... y una mochila de la que salian marchas prusianas. Efectivamente, era nuestro guía: Donald. Un canadiense afincado en Berlín, encantador y saladísimo; con grandes conocimientos sobre el lugar. Durante unas 3 horas nos guió con una charla amena y divertida, llena de anécdotas e historias, por la rica historia de los lugares que visitábamos.
La visita de Potsdam es fascinante y engloba lugares tan emblemáticos como el puente Glienicke, que era una de las fronteras efectivas entre Berlín occidental y Alemania oriental y es conocida por ser el lugar donde se hicieron múltiples intercambios de espias prisioneros durante la guerra fría. Nótese que la mitad exacta con mejor mantenimiento y pintura más reciente es la gestionada por la RFA.

Una de las anécdotas más curiosas que Donald nos contó, mientras paseábamos por lo que un día fueron los jardines de la familia imperial prusiana, fué la de los hechos ocurridos en la cercana Pfaueninsel donde el propagandista Nazi Joseph Goebbels, para agasajar a los deportistas alemanes que habían vencido en los juegos olímpicos -que fueron eclipsados por el negro Jesse Owens- montó una fiestecita. Para acceder a la isla se montó un puente que era sostenido por 36... ¡soldados de las SS! Una vez en la isla la diversión consistía en cazar a una -o varias- de las ¡250 lumis vestidas de ninfas y escondidas en el bosque! Acojonante.

De los lugares visitados en Potsdam, el que más me impresionó fué Schloss Cecilienhof; un palacio de estilo Tudor que fué construido durante la I GM -lo cual no deja de ser extraño porque, a: cuando se está financiando una guerra no se suele gastar el dinero construyendo palacios; y b: ¡no se copia el estilo arquitectónico al enemigo!-.
Pero lo más impresionante del lugar, más incluso que su elegante hermosura, es el hecho de que en ese edificio se decidió el destino del mundo.
Tras el fin de la guerra, los líderes de las 3 grandes naciones aliadas debían reunirse para atar los últimos cabos sueltos y, de paso, repartirse el botín. Berlín parecía ser el lugar adecuado para reunirse, como capital y como último bastión del nacismo. Pero desgraciadamente, los bombardeos no habían dejado mucho de Berlín en pie.
Existía en Potsdam, en cambio, un lugar muy apropiado para reunirse; lo suficientemente simbólico y que, además, disponía de 3 entradas independientes. Puede parecer una chorrada, pero cuando se van a reunir los 3 mayores líderes que quedan en el mundo, si tienen que compartir la misma puerta, uno de ellos tendría que entrar primero pareciendo más importante que los otros dos. Como ni Churchill ni Truman ni Stalin querría ceder el paso se produciría el efecto "los 3 chiflados". Con tres puertas se acabó el problema.
También es en Cecilienhof donde tuvo lugar la famosa conversación entre Winston Churchill y Joseph Stalin. Mientras se celebraban las conversaciones, en Inglaterra hubo elecciones y Churchill perdió. Tuvo que dejar, por tanto, las conversaciones y ceder el puesto a su sustituto. Se acercó a los otros dos para despedirse y dijo a Stalin: "Debo marcharme; el pueblo británico ha votado en mi contra. Es su decisión y debo obedecerla". A lo que Stalin respondió: "¡¿Y tú les dejas?! Locos ingleses..."
Y también es el lugar donde Harry S. Truman tuvo noticia del éxito de las pruebas nucleares de Nuevo México y dió la orden de bombardear Hiroshima y Nagasaki, dando fin a la guerra del Pacífico.

Podría contaros infinidad de historias y anécdotas -gracias a Donald- sobre Potsdam, pero se eternizaría la entrada sobre Berlín -que bastante extensa es ya-. Quizá algún día dedique una entrada en exclusiva a Potsdam, que bien lo merece.

Sólo recordar un momento de genialidad que tuvo Donald cuando, para subir la escaleras exteriores del palacio de Sans Souci, nos puso "Eye of the Tiger". Enorme. Sigamos con los alrededores de Berlín.

·Spandau: La localidad medieval de Spandau es hoy en día un núcleo comercial bien comunicado. De camino a Berlín poseía un importante puerto y es un ejemplo de planificación medieval. Su principal interés es la ciudadela, que empezó a construirse en el siglo XIII y fue remodelada en varias épocas. Los Nazis la adaptaron para sus propósitos: laboratorio de armas químicas.
La entrada a la ciudadela es gratuita y se puede subir al torreón con total libertad, así como mirar los múltiples talleres que tienen lugar en los edificios de allí o pasear por los bastiones.
Sí que se necesita entrada para las exposiciones -armamento, armaduras, cimientos, arte, objetos nazis...- Se vende una única entrada para todo.

·Museo de la técnica alemana: Dirigido más al público alemán que al turista extranjero, harían falta al menos dos días completos para visitarlo en condiciones.
Antes de entrar capta nuestra atención un avión estadounidense suspendido en la fachada por cables. Y es que, este museo, dispone de una impresionante colección de aviones antiguos, barcos, trenes, coches...
El edificio principal es enorme y, además, se pueden visitar otros dos edificios cercanos donde están los apartados de física y experimentos y de coches antiguos. Es espectacular, pero una tarde -como fuimos nosotros- no da para disfrutarlo en condiciones. Dispone de guardarropía.

·Museo de la resistencia alemana: Posiblemente la visita que más me ha gustado.
Tras visitar Sachsenhausen, Topographie des terrors y otros lugares del estilo, y de tener conocimiento in situ de las atrocidades cometidas, uno no puede dejar de pensar, al ver algún anciano, si no sería alguien culpable, con su apoyo o su connivencia de tales hechos.
El GDW te reconcilia. En este museo totalmente gratuito disponemos de miles de documentos y fotos que documentan la historia de la resistencia antinazi, tanto en Alemania como en el exilio. Lamentablemente, todos los documentos están en alemán, pero en recepción proporcionan audioguías gratuitas en castellano y, con su ayuda, iremos adentrándonos en los diversos puntos de la exhibición: la resistencia en los círculos obreros, la resistencia comunista, cristiana, protestante, judía, el plan del golpe de estado, el atentado contra Hitler, los fusilamientos contra los militares insurrectos -que tuvieron lugar en el mismo edificio-...
Disponen de taquillas y se venden publicaciones -en alemán e inglés- a precios estupendos. Yo me compré uno que resume la historia de la resistencia por 3€.
Absolutamente recomendable.


Y con esto termino la crónica, que me ha salido un ladrillo de la pera. Y me dejo un montón de lugares en el tintero, así que, si queréis saber lo que me dejo... iros a Berlín. Hala, os dejo con las afotos.



jueves, 17 de abril de 2008

Guía de Berlín, el making of.


Para que luego digáis que no me lo curro...
La publicaré el sábado, si me da la gana.

miércoles, 16 de abril de 2008

¿Quién tiene el rifle de Charlton Heston?

Solía decir el actor que sólo le quitarian el rifle de sus "manos frias y muertas", así que alguien lo debe tener ya a estas horas. ¿Quién ha sido? ¿Adónde ha ido a parar? Supongo que, probablemente, se lo haya quedado alguno de sus seres queridos; es decir uno de sus chalados socios del National Rifle Association que, probablemente, a estas alturas se estará sodomizando con la culata del rifle en una de sus múltiples sesiones onanistas.
Sí, estoy convencido de que la NRA es una especie de Skull & bones homosexual que utilizan lo de las armas como símil fálico y como tapadera. Tapadera tanto para sus anos como para sus intenciones y actos. Porque tanto defender su derecho constitucional a poseer más armamento que muchos ejércitos basándose en una enmienda anticuada antes de que naciera el propio Heston y que se basa en una época que no tiene nada que ver con la actual... no es normal y algo tienen que tener detrás -y les encanta-.

También tengo la creencia de que Charlton Heston era un viejo chocho víctima de los personajes que interpretó, y antes de eso, un pobre loco víctima de los personajes que interpretaba. No me da mucha pena, la verdad. Y tengo mis serias dudas de que Michael Moore acabe haciendo un documental sobre la vida de Heston.

¿No le cogéis cierto parecido al Heston de la foto con el doctor Zaius?

lunes, 14 de abril de 2008

Experiencia con Clickair.

Para el que no lo sepa, Clickair es la división low-cost de Iberia. Aunque no es precisamente la compañía más low-cost que conozco, es posible encontrar, con suficiente tiempo de antelación, vuelos baratos.
En lo que llevamos de mes he volado cuatro veces con clickair. En tres de estos vuelos la experiencia ha sido correcta, aunque con algunas pegas: los asientos en los aviones de Clickair estan tan juntos que, prácticamente, no existía postura en la que no tuviese mis piernas comprimidas contra el asiento de delante -sólo las plazas junto a las salidas de emergencia de las alas tienen un espacio normal, que es donde se sentó Iribar-; además, todo equipaje que se vaya a facturar hay que pagarlo junto con el billete: 9€ por maleta/vuelo.
Pero la peor experiencia, sin duda, fué en el vuelo de Berlín a Barcelona, el 12 de abril. Hubo algún problema en tierra y el embarque se produjo con una media hora de retraso respecto al horario previsto. Como, por lo visto, una de las premisas de la compañía es la exquisita puntialidad, nos metieron en el avión como borregos, con prisas. Sólo les faltaba la vara para azotarnos, vamos. Y una vez en el avión nos encontramos con las azafatas -ellas prefieren ser llamadas auxiliares de vuelo, pero unos cojones las voy a llamar así- más bordes y desagradables -y feas- que he conocido. A la puerta dos dando la bienvenida, dando los buenos dias con una cara y un tono que parecían querer decir "que asco dais, a ver si os dais prisa". Yo le miré con mi mejor cara de "si tu eres borde yo borde y medio, rubita". Pasado este trance, y una vez localizados nuestros asientos, intenté colocar nuestros bártulos en el compartimento para equipaje de mano. Como iban con prisa, una de las azafatas me dijo, textualmente, "siéntense que yo les coloco las cosas, que están esperando para entrar". Así, más seca que una estaca en el desierto del Gobi, la desgraciada... Y al salir lo mismo, azafatas cara de perro.
Pero no acabaron aquí los problemas con este vuelo, no. Según las pantallas informativas del aeropuerto del Prat, debíamos recoger nuestras maletas en la cinta 23. Tras más de 15 minutos de espera y sin que mediara información, alguno de los pasajeros se dió cuenta de que su maleta ya había salido... por la cinta 24. Y cuando por fin recojo la mía ¡toda la parte trasera de mi maleta está empapada! ¡una maleta por la que había pagado 18€ para ser facturada! Y la única solución que me dieron es ¡poner una puta hoja de reclamación y esperar a que se pongan en contacto conmigo! Cosa que, probablemente, no harán. Me dieron unas ganas de quemarles el chiringuito...

Pese a todo la experiencia no ha sido tan mala. Aunque, tal vez sería mejor decir que no ha sido peor que con cualquier otra compañía.

Otra cosa que me tocó un poco los cojoncillos fué cierta publicidad de Vueling, donde decian que, por un suplemento sobre el precio del billete, podías acceder a asientos con más espacio. Es decir: primero apretujan los asientos para que entre cuanta más gente mejor y, una vez normalizado ésto, intentan sacar los cuartos a las personas que, sin ser enormes, por su altura las pasan putas en sus mini-plazas. De puta madre, colegas. ¿Hacer pagar más a alguien simplemente por ser algo más alto no es discriminación?

Asco de gente...

Mi maleta chorreante gracias a los cuidados de Clickair...

Mini-entrada saludo.

¡Hola Pringles! Ya he vuelto de mi semanita en Berlín. Y menos mal que pedí el lunes libre para descansar, porque estoy molido :D
Pronto haré una mega-entrada sobre el viaje y una más pequeña criticando a Clickair... pero hoy no, que ya es hora de ir a la cama.

Ah, hoy he ido al cine a ver La noche es nuestra y ha sido una agradable sorpresa, sobre todo la primera parte; en la segunda decae bastante pero sigue dejando buen sabor de boca. Y, joder, sale Robert Duvall, uno de mis actores favoritos desde que le ví saliéndose haciendo del gran Tom Hagen en El Padrino.
Pero no es esto lo que os quería contar, no. Antes de ir al cine he ido al baño a echar el preceptivo chorrito y he visto algo increible. Un señor, cincuentón, bien vestido, con pantalón de vestir, camisa, chaqueta... ha orinado y después se ha secado las manos con el secador de aire caliente... ¡¡¡sin habérselas lavado!!! me ha dejado flipadísimo...

Gabon, peña. Cuidado con quien os da la mano.

P.S. Lo de la imagen no es coña; existe un local llamado Manolito Erotica en Berlín; está de camino al aeropuerto de Tegel y su web es ésta.

jueves, 3 de abril de 2008

¡Quiero trabajar para Google!

Y no sólo por lo bien que cuida Google a sus empleados y las magníficas condiciones laborales que tienen, no. Y tampoco por mi mierda de sueldo y por mis jefes de los que lo único bueno que se me ocurre decir es el alivio que siento cuando no los tengo cerca.
Uso Google Analytics como gestor de estadísticas de este santo blog, que es de Blogger y, por tanto de Google. Y bueno, mi Picasa también es de Google, y Gmail, y Google Docs y Youtube y mi alma, y la tuya...

Bueno, a lo que iba que divago; uso Google Analytics y, de vez en cuando, me gusta mirar las búsquedas mediante las cuales algun lector que otro llega a mi. Y joder, si yo me encuentro esas búsquedas sólo para mi blog... los empleados de Google tienen que estar despollándose de risa todo el día. Ahora mismo tengo 192 búsquedas; voy a mostraros unos ejemplos como se hace en todos los blogs del mundo mundialito.
Búsqueda número 188: "www.entradas de presin cach.con". Si este tío ha conseguido las entradas ha sido por mediación divina.
Búsqueda número 177: "todo jugar con heces". Menuda mierda de juego...
Número 176: "Tías comiendo su propia mierda". ¡Tú lo que eres es un hijo de puta!
169: "Sucesos mas extraños del planeta". Pues algunas de estas búsquedas sí que lo son.
161: "relato mi esposo me vendio y me follaron". En serio, cabrón; pon límite a tus fantasias masturbiles y no seas como el de las tias comiendo mierda.
145 "pezones gratis". Debe ser una chica que ha perdido los suyos y le hacen falta repuestos.
126 "nick indios". Yo solo conozco a Nick Fury, Nick Riviera y Kevin Mitnick.
121 "mi yerno me culio". Se dice culeó o, aún mejor, me dió por el culo -es más rotundo-, y si quieres contarlo te haces tu propio blog. Anda que tiene cojones ponerle los cuernos a la hija...
104 "hombres follando ovejas". ¡¡¡¿Qué?!!! Al que se acerque a mi oveja marrón le corto los cojones, ¡eh! Pobrecita mía...
85 "experimentos con metanfetamina". Experimenta majo, experimenta... que te vas a quedar más tonto que mi huevo izquierdo, que es el que siempre se pellizca con el calzoncillo. ¿O era el derecho?
83 "equis, equis, equis, equis, equis, equis, equis, equis, equis, equis, equis, equis, equis y equis+harry potter" y 82 "equis, equis, equis ... harry potter". Lo malo no es que sea un desviado Harrypotterfílico, no. ¡Lo malo es que es gilipollas!
70 "doble anal cagando". ¡Festival del buen gusto! Este es el rey. He leido esto esta mañana y no me lo podía creer. ¡Pero cómo se puede ser tan guarro y retorcido, coño! La culpa es mía por hacer el experimento... ¡si te pillo de capo!
64 "culos celulíticos". Este ya es un fijo en mis estadisticas.
50 "chicas del principado que follen". Es peor de lo que me esperaba... el verdadero problema vasco se está extendiendo. Eso sí, no se si es a Andorra, Asturias, a Mónaco o a Gales.

Menos mal que la mayoría de búsquedas son normales, que me tenéis con el sueño quitao.