martes, 22 de diciembre de 2009

Ron Brugal Sound System.

Pese a que llevo bastante tiempo con el blog cogiendo telarañas, hace unos días me llegó un e-mail que me ha hecho volver -ya que mis lectores, o ex-lectores, no me han enviado ninguno...-.
El correo me lo envió Miguel Ferrer -Miguelito Superstar- que, de la mano de Ron Brugal, ha vivido una experiencia única: cargado con un equipo de grabación, capturó los sonidos de la vida en la República Dominicana, "los sonidos de los dominicanos, de la calle, de la naturaleza y de ese buen rollo que se extiende entre la gente". Y, como resultado de esa experiencia y los sonidos recolectados ha nacido la web RBSS -Ron Brugal Sound System-, donde todos vosotros, siempre que seáis mayores de edad, podréis hacer vuestras propias mezclas y enviárselas a vuestros seres queridos. La base es 'Mira como beben los peces en el río', ¡así que es una felicitación navideña personal a la par que alegre y caribeña! ¡A lo dominicano!
La mía, para todos vosotros, es esta. El final no me convence mucho, pero es que la cosa tiene que tener ciertas limitaciones lógicas, ¿no?

Confesaré que hace más de un lustro que no bebo ron, ni sólo ni en forma de Cuba Libre. Pero recuerdo de aquellos tiempos que Brugal era un ron popular entre los asiduos al cubata, y que yo lo tomé alguna vez. Probablemente en un lamentable estado etílico.
Para remediar esta lamentable situación, Miguel y Ron Brugal han tenido a bien enviarme, como regalo navideño, un "kit exclusivo compuesto por una botella de Ron Brugal Extra Viejo, un moleskine y un foulard", como podéis ver en las fotos. Una pequeña y exclusiva maravilla que me ha alegrado un huevo recibir. Y, como no me gusta hablar sin conocimiento de causa, me estoy tomando una copita de ron mientras escribo. Catando debería decir.



No soy un experto, pero me siento guay, así que os diré mis impresiones: Lo primero que he notado, al oler este líquido ambarino, es que tiene un pronunciado aroma alcohólico -lo cual se ha confirmado al beberlo-. Este aroma viene acompañado de olores a caramelo y algo floral, que le da un toque, ligeramente, muy ligeramente, refrescante.
Al beberlo he notado sabor a madera húmeda y piel de plátano.
Yo no soy un experto en licores, y mucho menos en ron -lo único que bebo es whiskey irlandés, más dulce y suave que el escocés-, y ni siquiera sé si lo que he descrito tiene sentido o hará a los conocedores cagarse en mis muertos, descojonarse de la risa o sacudir sus cabezas reprobatoriamente, pero eso es lo que yo he notado. Ah, y me ha gustado bastante. ¿Por qué no os tomáis una copa y me decís lo que os parece a vosotros?
Ahora me queda tomarlo en Cuba Libre.

Por cierto, quiero aprovechar para reivindicar que Cuba Libre, o cubata, es ron con cola exclusivamente. EXCLUSIVAMENTE. Si lleva ginebra, whiskey ó 43, no es un cubata. Si lleva otra cosa que no es cola, no es un cubata. Vodka con naranjada no es cubata. ¡Por los clavos de cristo! ¡Eso es un Destornillador! Y así eternamente, coño.
Ah, ¿y que es eso de poner los combinados en vaso de tubo? Eso lo hacen mucho al sur de Burgos y por ahí, Madrid y eso. ¡Ese vaso es una puta mierda para los combinados! Usad un vaso como está mandado, hombre...

En mi casa, ¡Cuba Libres de Brugal extra viejo gratis!

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Manifiesto ‘En defensa de los derechos fundamentales en Internet

Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que…

1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.

2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.

3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.

4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.

5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.

6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.

7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.

8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.

9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.

10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.

Este texto se publica multitud de sitios web. Si estás de acuerdo, publícalo también en tu blog, twittéalo, facebookéalo.

jueves, 29 de octubre de 2009

domingo, 9 de agosto de 2009

Día internacional de decir "mi jefe es un hijoputa".

Estaba yo en el retrete, pensando y reflexionando que bien es sabido es un lugar propicio para tales menesteres... y para cagar también, claro. Estaba yo pues, en el retrete, haciendo multitarea, y recordando los 3 años enclaustrado en la oficina, deseando cambiar algo en mi vida para mejorar y pensando en mis pobres compañeros y amigos, que allí siguen sufriendo lo que no está escrito cuando se me ha ocurrido una idea: mañana, lunes 10 de agosto, todos vosotros tenéis que escribir "mi jefe es un hijoputa" como terapia en algún sitio; foros, el mesenyé, el twitter, feisbú, tuentí o su puta madre. Claro que si en vez de ponerlo en esos sitios lo hacéis en: a) comentando esta entrada o b) en la puerta del coche del jefe, os hará sentir mucho mejor, más atractivos y... yo que sé.
A que no hay cojones de difundir la palabra y participar.

miércoles, 5 de agosto de 2009

Reno

Mi primera experiencia con el estado de Nevada fué la ciudad de Reno, con motivo de la fiesta vasca que allí se celebra. Pero, además de esto, pude experimentar Reno como cualquier otro turista o viajero. Y estoy aquí para contaroslo:

Reno, la pequeña ciudad más grande del mundo, como ellos la publicitan, es una ciudad decadente. Y no me refiero únicamente a la promoción y explotación de los vicios humanos -juego, alcohol, sexo- sino a la decadencia económica que padece la ciudad. Debido a la apertura de casinos en reservas indias, Nevada ya no es el único lugar donde los estadounidenses pueden jugarse los dólares, y con la economía tal y como está, la gente juega menos. Las Vegas, debido a su evolución o mutación a destino turístico masivo -o el Disneyland adulto, como también es conocido- resiste la tendencia, pero el resto del estado poco a poco va perdiendo el brillo de antaño.

En Reno, se nota un huevo: un montón de hoteles y casinos han cerrado ya sus puertas, y en los que sobreviven, con excepción de unos pocos, se nota la falta de dinero para remodelar o actualizar.
Mi primer casino fué El Dorado. Debido a sus excelentes restaurantes y buffets, y a sus, en comparación, elegantes y modernas instalaciones, es uno de los más populares y concurridos. Desde la calle, sus luces de neón rosa cubriendo la fachada semejan un megaprostíbulo. Al entrar, el potente aire acondicionado nos saluda con un viento de humo de tabaco -se permite fumar en los casinos- y la cacofonía de miles de máquinas, muchas de ellas ocupadas.
Jugué 5$ y gané 31, que no está nada mal. Pese a todo me pareció aburrido y triste estar sentado frente a uno de esos molestos y ruidosos chismes, como un autista, viendo girar los cilindros con dibujos.
Y de ahí al Circus Circus, donde perdí unas perras. Pero lo que más me jode no es haber perdido, no. Es haber perdido en un sitio tan oscuro, lúgubre, cutre y chabacano, aunque lleno de encantadas personas apostando en otro millar de molestas máquinas.

Ojeé un par de casinos más, pero no hallarán en mí un gran cliente. Eso sí, el buffet de El Dorado es cojonudo y me puse las botas.

Pese a todo sigo queriendo visitar Las Vegas; principalmente para pasear y fotografiar el Strip y por su proximidad al Gran Cañón. La semana que viene, si todo va bien, lo haré.

P.S. Por cierto, que Reno no es por el animal, sino por una persona que lucho en la guerra de secesión y de origen francés. Su apellido, en origen era Renault. Pero no el de los coches. Así que debería prunicarse Renó, como nuestro buen Pedro Mtz. de la Rosa sabe. Eso sí, nadie lo hace.

viernes, 31 de julio de 2009

Euskal Jaia Reno-n.

Akaso euskalduntasuna benetaz sentitzeko maleta egin eta gure herri maitetik aldendu behar dugu euskaldunok? Niri sarritan hala gertatu zait; etxetik at egonik, norbait Euskeraz mintzatzen entzuteak halako poztasun bat sortzen du. Agian herriminak gure Euskal Herria zenbat maite dugun suspertzen du gure senean. Hemen, ameriketan nagoela, euskalduntasuna azalean daramat, eta euskaldunak nor garen, zer garen zabaltzeko grina badut.
Eta hala ibiltzen naiz, gure berezitasunak entzun nahi duenari erakusten edo, behintzat, saiatzen. Hemengoak erdi euskaldundu ditut orduko. Eta euskalduntasuna zabaltzen saiatzen den bakarra ez naizen froga eta hemengoak euskalduntzen ari naizen froga da beraiek, amerikarrek, eraman nindutela Reno-ko Euskal Jaira.

Reno-ko Basque Festival ez da berria bederen. Aurtengoa 60. Izanik. NABO -North American Basque Organizations- da jai honen arduraduna, eta Reno-ko unibertsitateko Euskal Ikaskuntza zentroak eta beste hainbat Amerikar-Euskal taldek parte hartzen dute.

Reno-n uztailean, lagunok, kristoren beroa egiten du. 36º tik gora egunero, haize siku beroa... igerilekuak, errekak eta, bai, kasinoak dira eguzki gogorretik ihes egiteko lekuak. Baina kasinoei buruz hitzegingo dut beste batean.

Uste nuena baino txikiagoa eta amerikartuagoa iruditu zitzaidan jaia, baina horrek ez du bere inportantzia gutxiagotzen, ez.
Etzazuela uste Wingfield park utsik zegoela, lagunok. Gu hara heldu ginenean, goizetik, bazegoen berreundik gora pertsona dantza taldeen erakusketa dastatzen. Haien artean Euskal Herrian jaiotako euskaldunak -gutxiengoak-, bai, eta bere semeak, ilobak... amerikarrak eta euskaldunak nahasirik, ni ere amerikarrekin nahasirik nengoen moduan. Ingelera gehien entzuten zen hizkuntza izanik, gure Euskera ere edonon zegoen, bizirik. Bilboko Gran Via-n hainbeste entzuko balitz...

Ageri zen Euskal Jaiak direla, ez bakarrik euskaldunak nor garen, zer garen aitortzeko, baina lagunekin elkartzeko eta farra ederra egiteko.Hango gehineak aspaldiko lagunak ziren; eskua eman, estu, irrifarraz, aintzinako moduan. Eta “Zermoduz”en ostean, hango txoznetara, garagardo eta ardo amerikarrak edaten, edo, bai jauna, kalimotxoa gazteenentzako. Edanez bakarrik bizi ez garenez, jatekorik ere bazegoen: patata tortilla, solomoa piperrakin, txoixua... ameriketan eginak eta amerikar gustura eraldatuak. Baina hori ez da txarra, ez, naturala baizik. Hala eta guztiz ere, nik etxekoak nahiago.

Lauburuak eta liburuak ere salgai, egurrezko etxe tresnekin eta, ezin amerikarrago, “Bumper sticker”-ak eta “License plate holder”-ak euskalduntasun mezuekin. Eta merke, gainera.

Ederto egon ginen han, parkean, zugaitz baten gerizpean, edanez eta janez, gure ohiturak disfrutatzen eta ezagutzen ez dituenari erakusten. Ikustekoak ziren nire taldekoen arpegiak harrijasotzailea 105kg borobila gora ta bera edo bere lepoari bueltaka ziarduela. Edo haizkolariak, danba danba, zegoen beroarekin egurra egurtzen. Humeak harrituta, eta haien nagusiak harrituago.

Baina niri gehien gustatu zitzaizkidan momentuak gizon bera dute protagonista: Jose Inazio Ansorena. Iruditu zitzaidan, dantza erakustaldia ikusten ari nintzena, nolabait tristea zela txistulari falta. Txistulari ohia naiz izatez eta instrumentu horren faltak jotzeko grina piztu zidan berriz ere. Handik eta ordu pare batera hara non agertzen den, eszenatokian, nire ustez bizi den txistularirik onena. Eta erakusketa ederra egin zuen gainera, erdi inprobisaturik, bere maisutasuna erakutsiz. Ai Ansorena, hi haiz hi txistularia. Hain ona, txistua ordurarte entzuna etzuten nire adiskideek ere sentitu zutela. Ona.
Baina Ansorena jauna euskaldunen gehiengoak beste izen batez ezagutzen du: Mirri. Bai, han ziren nire ume egunetako -eta beste hainbak Euskaldunena ere bai- pailazo hirukotea: Txirri, Mirri ta Txiribiton. Jaunok, urteak joanik ere abestiak buruan nituen, eta abestuz bihotzera eraman nituen; txalokatu nuen, barrez egin, garraxi...
Benetan sentitu nituen, biak, nire euskalduntasuna eta nire barneko haurra, azalean, poztasuna ta bizitasuna sentitzen.

viernes, 24 de julio de 2009

Mission: burrito, habanero.

Mission -o Misión, en su nombre original- es uno de los barrios más atractivos y con más solera de la ciudad de la bahía. Eso sí, pijuelos y señoritingos no lo disfrutarán tanto, al ser un barrio de clase baja/media-baja, con gente pidiendo, casas de empeño, prestamistas... pero tras esa deprimente fachada subyace una realidad vibrante y deliciosa.
Porque, Mission no sólo es uno de los sitios donde más barato se puede comer en San Francisco; también es donde mejor.

El plan de hoy era sencillo: ir a internet, ver donde se comen los mejores burritos, donuts y falafel de la ciudad e ir -aunque el falafel lo hemos dejado para otro día por motivos que luego entenderéis-.
El sitio de referencia que mejores resultados me ha dado, a nivel personal, es Yelp.com, así que ahí nos hemos dirigido. Tras un corto periodo de búsqueda, ya era evidente que el 90% de los mejores burritos estaban en Mission o en sus alrededores. Aunque entre los restaurantes y tabernas destacaba uno: La Taquería Guadalajara.

La Taquería Guadalajara no está en Mission propiamente, pero sólo por una manzana -24th street-, o sea que está en la zona de influencia. Confesaré que, tras caminar las 3 manzanas que separan el restaurante de la parada de autobuses, viendo pasar dignísimos restaurantes, pero también tugurios siniestros, el que suscribe temía encontrarse con un nido de infecciones con sabrosa comida. Afortunadamente lo primero no podía ser más falso.
Amplio, limpio y con decoración genuínamente mexicana -no esas mierdas que tenemos por Bilbao-. Fútbol en la tele, sillas de madera y cuero repujado, murales con motivos mexicanos... y clientes mexicanos. Todos menos nosotros dos, claro.

Dado que estábamos hambrientos, nos hemos decidido por un super-burrito cada uno y algo de beber. Los nachos y la salsa corren por cuenta de la casa con el pedido y, mientras nuestros super-burritos eran cocinados, a ello nos hemos puesto. Entonces he cometido una de las mayores estupideces más grandes de mi vida:
No sé si conocéis los pimientos habanero. Resulta que son los pimientos más picantes que hay, pero con diferencia. Sin duda alguna. Pues bueno, una de las salsas que había disponibles era a base de habaneros. Amigos, si en un restaurante mexicano con 10 salsas distintas, sólo una advierte "muy picante", por vuestros muertos, hacedle caso.
Pero coño, a mí me gusta el picante, y quería probar los habaneros, así que he cogido mi nacho -técnicamente tortilla chip- y he procedido a untar en, lo que yo creía, una medida razonable; algo así como una quinta parte, ligeramente bañada.
He metido la cosa a la boca y, sinceramente no picaba tanto. Luego ya picaba más. A los dos minutos mi boca era un puto infierno que ni las bebidas ni nada aplacaban. Puro fuego. Tanto que el resto de salsas -mexicanas, picantes, que normalmente algo me harían sudar- ¡ni las he notado! Qué horror.

Bueno, el total del almuerzo han sido unos 15 dólares, precio más que razonable para dos personas en esta ciudad. Pero cuando el camarero nos ha traido los burritos... ¡madre de dios qué moles! Para que os hagás una idea, unos 25cm de longitud, 10 de diámetro y, no exagero, 750gr de peso. ¿El relleno? Frijoles, arroz, salsa, tomate... y carne a elegir. Yo he elegido asada y no me arrepiento en absoluto. DELICIOSO. Ha sido una de las mejores y más baratas comidas que he disfrutado en este país, amigos. Y menudo llenazo... estoy en éxtasis.

Pero no acaba ahí la cosa, no. ¡Y es que resulta que uno de los mejores sitios de donuts está a escasos 100m! ¿El precio? 4 dólares... ¡la media docena! Ahí están, en la cocina, esperando a que el burrito deje sitio.

lunes, 20 de julio de 2009

Sausalito.

Sausalito es una pequeña localidad del condado de Marin situada justo al otro lado del Golden Gate Bridge, cruzando la bahía. La verdad es que no le había prestado mucha atenciòn nunca. Tal vez por su denominación, o por su configuración, con muchas casas apelotonadas en una pronunciada ladera, tenía la idea de que debía de ser un pueblo vibrante y con encanto y alegría, con una población latina y casas más baratas que en la ciudad.
Y precisamente por ese motivo tenía ganas de ir.

Hay varios modos de desplazarse a Sausalito: Por carretera, ya sea en bicicleta, coche o autobús -3,20$-, o por mar, que es la opción más turística, molona y cara. Nosotros optamos por ésta, porque, la verdad, las vistas desde el ferry son a-co-jo-nan-tes. Eso sí, ida y vuelta = 15,70$

Pues eso, tras unos 15 o 20 minutos de tranquila navegación por la bahía llegamos a Sausalito, esa pequeña comunidad latina... ¡unos cojones para mí! Lo más parecido que conozco para describíroslo es Puerto Banús: Yates impresionantes -alguno con su helicóptero y todo- cochazos -Jaguar E-type V12 en PERFECTO estado...-, y un millón de galerías de arte, joyerías, restaurantes y hoteles de lujo... Pero no os preocupéis, que para los pobres y turistas normales hay muchos, muchísimos lugares donde gastar los duros: heladerías, bocaterías, hamburgueserías y fishandchiperías... y, os lo creáis o no, ¡tiendas frikis! Son sólamente dos o tres -juegos de mesa, miniaturas y figuras frikis, camisetas...-, pero hicieron las delicias de este que os relata, y me compré alguna que otra chorradilla.
Tengo ganas de volver porque estas tiendas que os cuento eran bastante económicas. Pero es que además, como sólo disponíamos de 3 horitas, tan sólo pudimos ver la fachada, la calle principal- Que no negaré, es para ver.

Yo me quedé con ganas de más.

Por cierto, que es posible que varios de vuestros discos favoritos se hayan producido en esta pequeña localidad, debido a su gran abundancia de estudios de grabación. Además de eso, es la residencia de algunos músicos, escritores y tal, y Otis Redding comenzó a escribir "Sitting on the dock of the bay" en el puerto de este sitio tan coquetuelo.

sábado, 4 de julio de 2009

Bush-man (más a gusto que un arbusto),

Este tío es el friki -en el buen, en el mejor sentido- más grande y genial que me he encontrado en mis aventuras por San Francisco. Y eso es mucho decir, que viendo el desfile del orgullo gayer pululaba por nuestra zona un tipo en bolas, con un algo atado al cipote para que no se le desempalmara, embadurnado en aceite de coco ¡y llevando peluca y barba postizas!

Pero Bush-man, Bush-man es más grande.

A ver, tú vas paseando por la zona más jodidamente turística de la ciudad, por una acera por entre los muelles de Wharf Area, donde, quiero dejar claro, no hay árboles ni ningún tipo de vegetación.
Es una zona turística, así que has de sortear pedigüeños, mercachifles y demás ralea típica. Entonces tus ojos captan una exraña figura: un hombre negro agazapado tras un jodido arbusto. Un arbusto que él mismo ha traido; un arbusto que él esta sosteniendo... ¡en una zona donde no hay arbustos! ¡Ni siquiera un helecho!
Confiado, debido a su astuto e imperceptible camuflaje, pasas a su lado prosiguiendo tu normal tránsito. Es entonces cuando Bush-man entra en acción y lo da todo: te pega un susto de 3 pares de cojones... ¡y te pide dinero! Bueno, más concretamente se lo pide a los que se lo estaban viendo venir y se descojonan a tu costa.
Y es acojonante, pero consigue asustar a un huevo de gente. Probablemente porque es negro.

No me digáis que no es un puto genio. Yo se lo he dicho cuando le he soltado un par de billetes. Y si vosotros venís alguna vez por estos andurriales, espero que hagáis lo mismo.




miércoles, 1 de julio de 2009

Que me quiten lo viajado.

Como suelen decir por ahí, supongo que el viaje de mi vida es el que está por venir. O tal vez el viaje de mi vida sea ésta, en su conjunto, cuando toque a su fin.
Pero bueno, creo que lo que el promotor de esta entrada -Viajes Barceló, de la mano de Bloguzz- requiere es que hable sobre mi mejor viaje hasta el momento. Pues debo decir que el actual, el inspirado por motivos personales, mi hinchazón de huevos y Hermann Keyserling. Entre otros motivos por considerarlo, junto con mi estancia en Suecia tal vez, auténticos viajes en lugar de turisteo. Claro que no desmerezco éste. De hecho escribo esta entrada en un Saloon del oeste en Frontierland, en el Disneyland de Anaheim. Turisteo a tope.

Lo que yo entiendo por viajar requiere más tiempo que la semana o quincena habitual. Tiempo para mezclarse con los lugareños, pararse y observar, reflexionar... En resumen, compartir los devenires de los nativos e interacuar. Y eso es lo que estoy ha ciendo, con la impagable ayuda de la más dulce Sanfrancisqueña y su inigualable familia.

El domingo día 21, sin ir mas lejos, me encontraba en una casa en el campo, en Stockton, cogiendo las más gordas, dulces y jugosas cerezas que os podáis imaginar, directamente del árbol, a escasos metros de la casa, con otros dos hombres. Y mientras nosotros charlábamos agradablemente, llevando tantos frutos al cesto como a nuestros buches, adentro se cocinaban delicias porcinas en la barbacoa.

Y al día siguiente, y con un Dodge Avenger de alquiler, condujimos por la Interestatal 5 hacia el sur. Por cierto, pasar junto a LA resultó un tedioso infierno. Pero llegamos a Anaheim, al primer Disneyland del mundo, creado por la imaginación y capricho de Walt, que incluso tenía un apartamento en Main Street. Y, sí, es un lugar artificial, capitalista, caro y tal, pero jodidamente divertido, limpio y feliz. Y lo estoy -estamos- pasando como un enano.

Mi vida en San Francisco, por otro lado, es la de un ocioso lugareño. Paseos por Wharf area, degustar comidas, bebidas y vidas, buscar sitios especiales sobre los que bloguear y fotografiarlos...
Todas las mañanas bajamos a una cafetería, en The Cannery, a cafeinarnos y planear el día. Tal vez ir a ver el Outdoor Exploratorium en Fort Mason, ir a la biblioteca o a alguna de las magníficas librerías de la ciudad, ir al comodísimo aunque caro cine de Bloomingdales... ¡o a cualquier otro!
El Sunset Disctrict, en el oeste, es una de las mayores zonas residenciales. Es un lugar tranquilo y que no muchos turistas visitan, aparte de los sitios clave. Pero es una maravilla con centenares de establecimientos donde comer, comprar cualquier cosa... y todo regentado por personas de las más diversas nacionalidades. Joder, en la misma calle puedes oir hablar chino, farsi, japonés, español, inglés, ruso... y comer comida de todos esos sitios, y visitar Green Apple Bookstore...
Casi todas las noches, para volver a casa desde el centro, Downtown, cogemos el trolebús 45, que nos trae hasta Leavenworth en Russian Hill, pasando por Chinatown, y la zona italiana. A veces paramos por ahí para ir a City Lights bookstore o cenar en alguno de los innumberables y baratísimos lugares -si se sabe escapar del turisteo, una vez más-. Si salgo a la calle veo Coit Tower en todo su esplendor, y sólo tengo que caminar dos manzanas para ver la tortuosa Lombard Street. Ni os imagináis la de fotos que hemos chafado bajando por esa calle, ¡pero la cantidad de turistas es ridícula!
Desde la calle Green o desde Hyde, uno puede disfrutar de impresionantes vistas de Alcatraz y la bahía, ver pasar los populares y preciosos tranvías. De hecho, estoy a un paseo del Cable Car Museum, que es gratuito y una visita magnífica.


Ya no estamos en Disneyland, sino de vuelta en San Francisco. El viaje de vuelta fué bastante agradable, hacia el norte por la misma I5, 300 y pico millas. La verdad es que conducir por los Estados Unidos es bien fácil. Y ayer, tras entregar el coche en la agencia de alquiler, fuimos una vez más al centro para ver... ¡el desfile del orgullo gay! Sé que hay importantísimos desfiles en casi todas las grandes ciudades, sí, pero en San Francisco, con una de las más grandes comunidades homo-bi-trans del mundo, es algo especial. Y, joder, fué hasta emocionante ver tanta liertad, tanta alegría, sin que a nadie le importase la tendencia sexual o desnudez del vecino.

Ahora ando mirando coches usados y subastas de bienes confiscados, porque me quiero hacer con uno. ¿Acaso la esencia de los viajes por USA no son los road trips? Quiero visitar Boise, Las Vegas, el Grán Cañón... ¿Veis? Otra vez. Todo está por llegar.

Un video de nosotros entrando en San Francisco con el coche:


¿Qué más puedo decir? Estoy viajando, estoy viviendo y estoy feliz. Y que me quiten lo viajado.

lunes, 29 de junio de 2009

Green Apple Bookstore.

Me gusta leer guías de viaje; es una de mis aficiones. No sólo para conocer los sitios de visia recomendada, y posiblemente obligada, de mis destinos vacacionales, y así apovechar mejor el tiempo; me apasiona conocer su historia, su leitmotiv, la razón de su existencia... en resumen, para empaparme bien, para que la experiencia sea aún más enriquecedora.,

Pero las guías más típicas, comerciales, suelen ofrecer información muy similar y, admitámoslo, la base de las mismas suele ser idéntica. Si cogemos dos gúias diferentes de un mismo lugar, una vez traspasadas las capas superficiales -como pueden ser fotografías, estilo...- lo que resta, la esencia, es exactamente lo mismo.
Miles de personas visitando los mismos lugares por los mismos motivos, haciendo las mismas fotos... ¿No es un poco clónico?
Yo suelo intentar alejarme del rollo más mainstream, perderme o dejarme llevar, y descubrir fascinantes sitios, personas o comercios diferentes, que hagan de mi viaje una experiencia única e irrepetible. Por eso mis guías favoritas suelen ser las menos comerciales, las "raritas", las que hablan de cosas infrecuentes, prohibidas, misteriosas... También son las más dificiles de encontrar.

San Francisco es una ciudad jodidamente literaria. Escritores como Dashiell Hammett, Jack Kerouac, Robert Frost, Jack London y sus inmortables obras lo prueban. Y vaya si se nota, amigos.
En todas las guías de esta ciudad que ojeéis mencionarán indefectiblemente una -y sólo una- librería: City Lights Bookstore. Podríamos decir que esta librería y su dueño, el señor Lawrence Ferlingetti, junto con sus muchos amigos de aquellos tiempos -los años 50- fueron el epicentro del llamado movimiento Beat: jóvenes contestatarios y antisistema, sexo, alcohol y drogas; los claros precursores de los Hippies y, al menos para mí, más auténticos y salvajes. Y la librería aún sigue siendo contestataria y, si no del todo antisistema, sí alternativista.
No me entendáis mal, me encanta City Lights Bookstore. La he visitado múltiples veces, he pasado largos ratos perdido entre sus libros y he comprado varios -alguno publicado por ellos mismos-. Pero ya hay mucho escrito sobre el ello, de gente que escribe mucho mejor que yo, con más datos y tal. Y miles de turistas lo visitan cada año.
Hoy vengo a hablaros de otra librería de esta ciudad que me gusta incluso más.

Green Apple Bookstore
está situada en la avenida Clement, en el distrito de Sunset. Mirando desde fuera no se observa nada que la diferenia en exceso de otras librerías de viejo -que son cada vez menos-, con carritos de libros atestados, precios irrisorios, de saldo, atestando la fachada.
Pero si entráis, descubriréis un sitio cojonudisísimo: una impresionante cantidad de altas estanterías atestadas de libros -nuevos y usados-, divididas entre la planta principal y los varios anexos, pisos y locales adyacentes que han ido adquiriendo y uniendo mediante el derribo de tabiques o adición de escaleras, cada uno de ellos bautizado con el nombre de un tipo de manzana -Red Delicious, Granny Smith, etc-.
A primera vista puede parecer una distribución extremadamente caótica, con todos esos pasillos entre estanterías y libros, en diversas estancias y alturas, que dan la impresión de que encontrar un ejemplar en concreto debe de resultar imposible en ese antro de libreros locos. Pero entonces los ojos topan con las decenas de carteles rebosantes de humor y precisas indicaciones que nos dirigiran dónde deseemos. Además, es fácil hacerse con un plano de la tienda; están distribuidos por todas partes.
El lugar derrocha creatividad y amor a los libros por los cuatro costados. Su rollo bohemio y underground, con esa curiosa distribución casi tridimensional, nada cuadriculada... es una delicia. Y bastante parecida a la de City Lights, aunque más alegre y actual.

El catálogo del que disponen es ridículamente inmenso. Yo he sido capáz de encontrar una extraña guía de viaje que llevaba mucho tiempo buscando infructuosamente. Es una guía de lugares escabrosos, sombrios y terroríficos. ¡Ellos tenían dos copias a $8! Además, encontré otro libro del estilo que no conocía: una guía de viaje sobre lugares de alto secreto del gobierno y amiguitos... ¿alguien ha dicho Area 51?
Las temáticas que se tocan son de lo más variadas, también. Desde la teoría socialista hasta los juegos de mesa más tradicionales o modernos, pasando por la filosofía, cocina del mundo...

Id.

viernes, 19 de junio de 2009

Musée Mécanique, San Francisco.

Cuando visité por primera vez este museo, allá por febrero, supe que tenía que hablaros de él en el blog. Obviamente no lo hice, pero hoy he vuelto a visitarlo, y esta vez con la intención de escribir un post sobre ello. Y que me lo paso como un enano también ayuda.

El Musée Mécanique es una auténtica joya situada en los muelles del Wharf Area de San Francisco -concretamente en el 45, al final del todo-. El Wharf Area es visita obligada para todos los turistas que visiten esta preciosa ciudad y suele estar muy concurrido; no en vano se concentran en esta zona desde el Ferry Building -con sus tiendas y preciosas vistas del Bay Bridge-, hasta Ghirardelli Square, The Cannery, Pier 39, ferris a Alcatraz y decenas de otros lugares, marisquerías, el famoso pan Sourdough... en fin, que la mitad de la guía turística se resume en estas dos millas de paseo. Y en las guías que yo he leido ni siquiera se menciona este museo, lo cual es una pena. Pero bueno, para eso estoy yo, ¿no?
Pero si no se viene a San Francisco en rollo turista, eso no es excusa para pasar de largo por el museo, ya que está a tiro de piedra del centro y no os robará mucho rato. Y bien merece una visita.

Ahora imaginaos un pabellón del muelle 45 de San Francisco repleto de antiguas máquinas mecánicas arcade. Sí, de las que funcionan con un quarter o dos y tienen pistolas que lanzan bolitas de plomo, mueven una pianola, predicen tu futuro o te dan una descarga eléctrica. ¡Eso y mucho más es lo que encontraréis aquí!

Adentrarse en este museo es dar un salto atrás en el tiempo; contemplar estos artilugios casi mágicos manufacturados a partir de materiales hoy prácticcamente en desuso para tales menesteres -maderas nobles, plomo, zinc-y verlos cobrar vida por el módico precio de 25c... casi dan ganas de ponerse unos ropajes Victorianos y deambular por entre estas maravillas dejando caer nuestro monóculo debido al asombro que nos producen.


A los 11 años, un muchacho llamado Dan Zelinsky -hasta el nombre lo tiene perfecto- comenzó a coleccionar pequeños juguetes mecánicos. Poco a poco, y con mucho ingenio, su colección fué haciendose más grande, posiblemente única. No en vano podemos encontrar, en el mismo Musée Mécanique, una rareza como es una motocicleta accionada a vapor.
Y además de eso decenas de divertidas máquinas totalmente funcionales con las que gastarse unos dolares es una experiencia divertidísima. ¿Y lo mejor de todo? No es nada caro y con poco dinero te lo pasas como un crío. En serio, es realmente divertido.

No he tenido la oportunidad de conocer al señor Zelinsky, pero me da la sensación de ser un hombre terriblemente entrañable. Y, bueno, si encuentra este humilde blog, entiende el castellano y aún así quiere conocerme... ¡yo encantado!
Sí charlé en cambio, con un empleado del lugar a causa de unas gafas extraviadas que yo había encontrado en una de las máquinas. Gafas que, por cierto, eran suyas, y con una enorme sonrisa en su rostro quiso recompensarme dándome 75 centavos para jugar en las machines.
El señor no podía ser más acorde con el lugar: de unos 55 o 60 años, grandote y sonriente; extremadamente amable y agradable. Las gafas que encontré eran suyas, sí, ¡pero es que además llevaba otros dos pares puestos uno sobre otro! Me recordó a uno de esos inventores lovos de las películas infantiles. ¡Qué tipo tan genial! ¡Qué sitio tan genial!

Mis predilecciones personales son las maquinitas de pegar tiros, las de jugar contra otra persona y en las que puedes ver acontecimientos como el terremoto de San Francisco en 3D del año de maricastaña. Pero las pianolas y chismes mecánicos que parecen vivos también merecen una monedita, así como las brujas que predicen el futuro... ¡es la caña!


jueves, 18 de junio de 2009

Twikini.

Una de las cosas que hice para que no me predierais la pista antes de venirme a USA fue hacerme una cuenta de Twitter. Y, claro, como tengo un smartphone chulísimo de la muerte con Windows Mobile 6 -Sony-Ericsoon Xperia X1-, y soy un jodido geek-nerd, me puse a probar clientes de Twitter para dicho SO.
El primero que probé fué el popular Tiny Twitter. Lo probé, sí, y lo quité en apenas un par de días, porque no había modo de que me dejara actualizar mi Twitter desde él, lo cual le hacía perder el 60% de su utilidad siendo generosos.

Y ya, investigando, encontré el Twikini y, bueno, me decidií por él. Llevo dos semanas dándole caña por toda la ciudad de San Francisco, actualizando el Twitter cuando encuentro una WiFi, leyendo los Twits de los amigos...
Y estoy encantado con él; es cómodo, rápido, bonito... La única pega es que no es freeware. Y no so voy a engañar, me hubiera puesto a buscar un serial para hacerlo funcionar... pero resulta que, si eres un blogger y haces un comentario de la aplicación, poniendo un screenshot y un enlace a http://www.trinketsoftware.com/Twikini ¡te regalan uno! Pues bueno, yo ya he cumplido :D

Pero, en serio, es bueno de verdad.

miércoles, 17 de junio de 2009

Diáspora pringle, primera semana.

Hoy hace una semana que me encuentro en tierras californianas; tiempo que he dedicado principalmente al aclimatamiento y relajo. Y es que, al menos así lo creo yo, el Jet-Lag es más pronunciado cuando la estancia va a ser más larga. Supongo que es por que, cuando sólo se tiene una semana para visitar un lugar, forzamos a nuestro cuerpo a ponerse en marcha aún dejándolo exhausto, para descansar una vez de vuelta en el hogar. Y ya en el hogar se está tan agotado que no queda otra que descansar de modo extraordinario.
En cambio, si disponemos de tiempo, nos lo tomamos con más tranquilidad y el cuerpo se rebela y se vuelve loco con la diferencia horaria. O así lo he sentido yo, al menos. O tal vez sólo sea que traía una importante falta de sueño de casa.

Además, habréis podido comprobar que no he escrito nada en el blog desde que llegara. No es que no haya hecho nada digno de contaros, amigos; más bien al contrario. Lo que ocurre es que una vez en el apartamento, no me venía a la mente la manera de contaros las vivencias y sentimientos que he ido acumulando. Aunque he utilizado bastante el miniblog -Twitter- y la geolocalización de Google Latitude para que no me perdierais del todo la pista. Y no se si habréis visto que he subido un par de pequeños videos.

¿Qué he hecho esta semana? Pues aclimatarme dando largos paseos; este barrio, uno de los más carismáticos, típicos y míticos de San Francisco, es una maravilla. Y realmente tranquilo, además. Pena de cuestas... Pero si voy calle abajo llego a Grace Cathedral, donde hay un precioso parque donde la gente disfruta de un momento de solaz. Y depende del sentido de la caminata, más allá está China Town, pasando por la zona italiana. Siguiendo otro camino llegaremos a la fabulosa y turística Wharf Area. Un sitio impresionante. Y si se sigue por los muelles, un paseo de una milla o así, se llega al distrito financiero.
Claro que no es del todo necesario pegarse tales caminatas; el sistema de transporte público me ha sorprendido muy faborablemente. Especialmente el trolebús que cogemos por las noches, para volver a casa: el 45. Desde el distrito financiero hasta Russian Hill pasando por China Town y la zona italiana. Claro que, como todo lo que pase por CT, suele estar bastante concurrido.

También he podido usar un par de bibliotecas públicas de la ciudad. Y, amigos, es un sistema que me gusta mucho. Son pequeñas bibliotecas repartidas por los barrios con un sencillo y ágil sistema informático para gestionar los préstamos. Y mucha variedad, además.
Yo he cogido "El halcón maltés" de Dashiell Hammett. Joder, es que estoy leyendo una fantástica historia escrita con jodida maestría a escasa distancia de donde transcurre la acción. Si eso no es meterse en la historia... Además, en la última novela que leí en casa, "Sólo un muerto más" del grandísimo Ramiro Pinilla, el protagonista está obsesionado con Hammett. Y, bueno, tengo tendencia a esto de encadenar cosas.

Los supermercados son otra cosa que estoy experimentando. Hay tanto cadenas como independientes; las 2 cadenas mayoritarias que he visto hasta el momento son Safeway y Trader Joe's. Mención especial este último que vende exclusivamente marca blanca -la suya- y además tiene un trato muy de colegueo, muy cercano amigable para con el cliente. A mí personalmente me encanta.
Los supermercados independientes que he visitado están indefectiblemente regentados por chinos, y chinos son la mayoría de los clientes.
Pero sobre todo, una cosa que tienen que aprender en nuestros supermercados es que, aquí, ¡ellos te embolsan la compra! ¿Porqué? ¡Por qué tú pones la pasta, nena!

Pero lo principal, lo que más me ha gustado, es que he dejado de ser un turista más, a ser un viajero. A no correr para ver todas las cosas que se supone has de ver, sino a vivir como si fuera uno más. A conocer a gente, gente maravillosa, la familia que me ha acogido y prácticamente adoptado. Gente amable, hospitalaria y cariñosa, que me saluda con besos y abrazos y a los que beso y abrazo como a mi propia familia.
Y a observar la vida local desde dentro, a ensanchar mis horizontes, a recoger experiencias. Conversar y escuchar. Dar y recibir.

Y ahora, me voy a dar una duchita, voy a ir a tomar un small triple latte -lo más parecido a un cortado que he encontrado- a Peet's coffee con esta encantadora señorita, dar un paseo y después al cine.

miércoles, 10 de junio de 2009

Día 1: Mundaka-Munich-San Francisco.

Joder, estoy hecho polvo. Me encuentro a bordo del vuelo LH458 de Lufthansa, un Airbus A340-600. Me duele la cabeza, cosa comprensible teniendo en cuenta que el aire acondicionado del cancarro este es tan seco que está secando el papel sobre el que escribo.

Llevo... 17 horas de viaje, y en el huso horario del que partí es la una y media de la madrugada. En el de destino, en cambio, son las 16.30. Según el monitor que tengo delante ahora mismo estamos sobrevolando la Columbia Británica, y aquí son las... ni puta idea.

Este es mi segundo Lufthansa del día. El primero, que me ha llevado de Loiu a Munich, era sin duda el avión más enano en el que he montado nunca. Si me llegan a decir que es un avión de Playmobil me lo creo. ¡He tenido que agacharme para entrar y salir! Y prácticamente mi cabeza tocaba el pecho, perdón, techo del pasillo. Afortunadamente me ha tocado un compañero de asiento simpático (afortunadamente, porque estábamos realmente cerca). Un canadiense con el que he ido compartiendo anecdotas y videos de Youtube.

En el que ahora me encuentro, este, en el que llevo 10 horas, es mucho más grande y funcional. Además, me han puesto en una fila con salida de emergencia. Lo cual significa que, si bien las vistas son nulas, tengo mucho espacio para estirar las piernas, cosa que se agradece una barbaridad. De todos modos me duelen la espalda y el culo de estar aquí sentado, y ya no sé que postura poner sin que se me resienta mi maltrecho cuerpo, y me da apuro bajar a los servicios, que van a pensar que tomo drogas, o me toco o algo. Esto es desesperantes.
Por cierto, que mucho espacio para las piernas, pero maniobrar para comer sigue siendo una pesadilla. Me he hecho dos lamparones con dos comidas distintas.

Una cosa os voy a decir sobre los viajes desde Europa a la Costa Oeste: son un coñazo.
He visto cuatro películas (que ver Slumdog Millionaire rodeado de indios, algunos de ellos roncando, es una de esas experiencias por las que vale la pena viajar), y me he leido ciento y algo páginas de Estambul, por Orhan Pamuk; magnífico libro que merece mucha más atención de la que puedo ofrecerle con el constante ruido del motor. De todas formas, casi que prefiero que los motoores sigan en marcha hasta llegar...

Una cosa que me ha llamado mucho la atención es que en estos tiempos de seguridad en la aviación donde hace rato se pasó el límite de la paranoia, con cosas ridículas como la de no poder llevar líquidos de más de 100ml -que yo sepa nadie dice que no puedas llevar 50 botes de 100ml-, aquí a la hora del almuerzo, cena o lo que cojones fuera, nos han dado cubiertos de verdad. ¡Hasta cuchillo! Mr ha sorprendido para bien,

Y antes de que se me olvide: está muy bien que la compañía ponga una sala de espera agradable, con asientos cómodos y televisores, como el de Munich, pero tal vez no sea la mejor idea poner las noticias donde hablan del Air France accidentado justo antes de embarcar en un Airbus. Que si había algún aprensivo, anda que le ayudaron a subirse en el avión.

Varias horas más tarde...

Hala, ya estoy instalado. ¡Y tengo acceso a una WiFi abierta desde la cama! No se puede tener más potra :D

Me encuentro en un apartamente en Filbert Street (Russian Hill). Una de esas calles que habéis visto mil veces en la tele -sí, con cuestazas de las gordas-, en un apartamento en el que bien podría vivir el señor Monk. Ya postearé foto si eso.

lunes, 8 de junio de 2009

Sportacus in Lazy Town.

Como tengo la fortuna de no tener que madrugar e ir a la mina durante cierto tiempo, mientras hago otras cosas suelo aprovechar para ver esos grandes grandísimos programas que dan en la tele por las mañanas. ¿Es que sólo los parados y amas de casa tienen derecho a ver clásicos como Walker, Texas ranger y El Coche Fantástico? ¡No es justo, joder!

Pero también me he topado con cosas desasosegantes. Y no me refiero a que TVE le diera la patada de Saber Vivir a Torreiglesias, no. Me refiero a un programa infantil -que de hecho estoy viendo ahora- que es, joder, como mínimo rarito.

Se trata de Lazy Town -Villa Perezosa en la versión española-. Es un pueblo en la mitad de ninguna puta parte, donde todos los habitantes son, además de muñecos de látex -muy logrados, eso sí- unos vagos redomados. Sorprendente, teniendo en cuenta el nombre de la villa, ¿no?
Un buen día llega a esa ciudad una niña llamada Stefanie que... joder, ¡es rosa! Pero hasta el pelo lo tiene rosa, y tiene un puto diario de peluche rosa con un corazón rosa en la portada. Sí, es la moñez impersonada.

Bueno, el puto pueblo, lleno de tragones y vagos de mierda -parece el congreso de los diputados-, va camino a un ataque al corazón masivo y tal, de la mano del malo -que es un puto imitador de Jim Carrey-. Pues hace falta un puto héroe que les salve. Dicho héroe es un vigoréxico llamado Sportacus -tiene cojones el nombrecito- que en un pueblo normal tendría una orden de alejamiento para con todos los críos, que no puede tener más pinta de pederasta, el cabrón.
El Sportacus de las pelotas vive en un puto zepelín sobre la villa, y no es capaz de moverse con normalidad. Para ir del punto A al punto B, en vez de andar -o correr que para eso es deportista- el muy notas se tiene que dedicar a dar saltos y piruetas como un puto saltimbanqui espídico. ¡Ni atarse los zapatos lo hace normal! Todo el rato tiene que andar haciendo molinillos, piruetas, poses y gilipolleces para que se le acerquen los niños y poder "jugar" con ellos y "enseñarles cosas buenas". Un asaltacunas en toda regla.

¿Así cómo van a salir normales los críos?

domingo, 7 de junio de 2009

Yupi se va a vivir una aventura espacial...

... vamos todos con él, ¡es la hora de imaginar!
Bueno, Yupi no se si se va, pero el humilde autor de este blog sí. Ya me gustaría que vinierais conmigo, Pringlecillos. Pero volveré, creo. Y si no vuelvo espero que vosotros vengáis a visitarme, ¿eh?

Anoche mis queridos hermanos Pringlebrown y yo nos reunimos para una opípara cena y una noche de jarana. Corta, a nuestro estilo, pero intensa y francamente divertida. ¿El motivo? Pues mi marcha allende los mares, y pasar un buen rato, como simpre.

Nos reunimos en Indautxu, en nuestra tienda de tetas favorita, llamada Mármara, a tomar un algo y esas cositas buenas. ¡Y mis queridos Pringle me dieron un sorpresón! Los muy cabrones, en compló, han estado urdiendo a mis espaldas un siniestro plan: ¡me han hecho regalos!
Y qué regalazos, además. Una guía Moleskine -me encantan los Moleskine- de la magnífica ciudad de San Francisco, el único ejemplar concido del Pringlebrown manifesto, y una taza ¡serigrafiada con ovejas marrones!
La verdad es que no me lo esperaba para nada y, joder, espero que no lo notaseis pero me emocioné. Nada que unos tragos y unas risas no solucionaran luego.
Ahora en serio: gracias a todos, tíos. Sois los putos amos. Os voy a echar de menos.

La cena, en un restaurante llamado Lúpulo, estuvo la mar de bien. Vamos, carnaza y más carnaza :D Allí estábamos tratando de dilucidar qué cerveza y en qué formato ibamos a pedirla cuando la chica nos dijo que nos podía sacar una "jirafa" -que no es otra cosa que una jarra enorme con grifo-... según Lery me hicieron los ojos chiribitias :D
Luego y como es preceptivo, nos fuimos de bares. Concretamente en uno muy pijo de Pozas, con un Jameson en mi mano, hicimos un brindis por el gran David Carradine y su habilidad con los nudos marineros.
¡Y qué grande el niño sobón!



P.S. Deivid, ¿qué tal salió la cena? ¿como si Nacho Vidal te violase de dentro afuera?

viernes, 5 de junio de 2009

Si cambio mi vida, cambio el blog.

Llevo una semana fuera del mundo laboral y no he publicado una puta línea en el blog. Y direis vosotros: "joder, ¡qué perro está el puto 20R3Mun! que no escribe una mierda!". Pues sí, he estado muy perro y me he rascado bastante las pelotas (es que las cuerdas me hacen rozadura, que os lo diga David Carradine -grande-), no como vosotros, que estábais trabajando y soportando a la gente mala :D

Pero además de eso, he estado un poco liado con los preparativos para el viaje. Y con preparativos no me refiero solamente a listas de lo que tengo que llevar, maleta, seguros y demás, no. Aunque os cueste creerlo, también he estado pensando cosas para vosotrs, hijos de fruta. Sí, sí, para vosotros.

Como en este viaje no tengo ningún plan establecido, tampoco sé si podré escribir entradas como FSM manda. Ni tampoco si me dará la gana hacerlo, vamos :D Pero varios me han pedido el poder seguirme, en la distancia, mediante este nuestro blog. Pues bien, he dedicado no pocos esfuerzos a esta encomienda. A la derecha de esta entrada veréis que he colocado una ventanita donde se irá actualizando de manera lo más regular posible, con pequeños comentarios y tal. que un servidor irá poniendo en Twitter. Además estoy trasteando con una aplicación móvil llamada GPStwitter que me permitirá no sólo minibloguear (sí, a lo del twitter le voy a llamar miniblogging, qué pasa) sino que os dirá, si todo funciona, el punto geográfico en el que me encuentro. ¿No hubiera sido esto útil para el Air France? Vale, vale, ya paro con el humor negro.

También investigo sobre la posibilidad de encastrar un API del Google Latitude en el menú derecho para que haga lo mismo, ver por dónde muevo. Y tal vez, una vez en los USA, me haga con una tarjeta prepago para emitir desde allí videos en directo (con Qik). En dichos videos pretendo mostraros, nada más y nada menos que la carretera por la que conduzco. Mola, ¿no? ¡Joder, es como estar de road tripping conmigo!
Pero todo esto son proyectos y aún me queda mucho por probar. Y le estoy robando horas al sueño, no os quejaréis.

Lo que parece que voy a tener que dejar en el tintero, al menos por ahora, es la remodelación visual del blog. El motivo no es otro que mi total nulidad con los programas de diseño gráfico y que mis pobres colegas explotados no tienen tiempo como para que les ponga un deadline (cosa que hice, por cierto) :D

Bueno, en resumidas cuentas, que no soy tan perro como créeis y que estoy poniendo medios para que me sigáis. Ya podéis dejarme comentarios, cabronazos.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Guateque en el apartamento de Lery & Hec.

Seguro que a muchos de vosotros os parece inconcebible e indignante que a un Pringlebrown, con los millonarios salarios que nos gastamos, le toque en suerte una señora VPO. Y lo entiendo, y lo entiendo; si yo también tuviese que vivir con esos miserables sueldos que dan en las empresas del país también lo estaría. Pero no, nosotros cobramos muchimillones al mes.

Pues eso, que Lery tiene casa, y nos fuimos, como si de unos Peter Sellers cualquiera se tratase, a inaugurarlo con un buen guateque, acompañados de viandas, cervezas, juegos, cervezas, amigos, cervezas y... ¿he dicho cervezas?

Una casita, señores, estupenda. En un entorno magnífico (en el puto monte), con arboles, tranquilidad, aparcamiento... ¡y un telefonillo parlante! Jamás esos montes han visto tanta tecnología, no.
Y el apartamento es grande, bien distribuído, con una cocina muy coquetuela ella... una pena que aún no tengan sofá, que mi culo se termino resintiendo. Oh vaya, ¡sin querer he dado pié a chistes sobre homosexuales!

Bueno, aprovecho la intervención del tema de la homosexualidad para hablar de los juegos que fueron tremendamente divertidos. Bueno, divertidos... el de los putos goblins era divertido cuando le tocaban las putadas a los otros, que yo aún tengo las piernas en rigor mortis... pero no, me gustó, me gustó. Sobre todo las declamaciones de amor que nuestor Deivid profirió refiriéndose a otro hombre... justo antes de ponerse a jugar al Hannah Montada. ¡Cuánto vicio tiene este muchacho!

Y lo demás, como siempre, intenso marujeo con interesantes giros de acontecimientos... ¿eh Aivan? Un flujo de chorradas constante y a un ritmo alarmante (que dejó a la novata O. asustada y preocupada, supongo), todo ello acompañado con el trasegar de unas ricas cervezucas, chocolates, patatuelas, hojaldritos y la no suficientemente valorada moussaka :D

En resumen, fue un despolle. Fotos.


jueves, 21 de mayo de 2009

Greban.

Hoy estoy de huelga. Estoy de huelga porque he leido las reivindicaciones de los sindicatos convocantes y estoy de acuerdo; estoy de huelga porque llevo mucho tiempo quejándome contra el progresivo empeoramiento de las condiciones laborales y, sobre todo, del trato para con los empleados, especialmente los jóvenes. Porque estoy harto de cómo el puto neoliberalismo se ha ido abriendo camino con la connivencia de los gobiernos, socialistas incluidos.

Ese neoliberalismo en el que líderes políticos y la patronal han retozado, repartiéndose dividendos, trajes caros, maletines y divisas, mientras los curritos iban tirando, con suelditos de mil euros o menos y rezando que les renovasen sus contratos eventuales de mierda, con la certeza de que hay miles de otros curritos que bien podrían reemplazarlos. Curritos que han sido despersonalizados del todo, convirtiéndose en puto capital humano, en meras herramientas, empujados a producir más y sonreir menos.

Y respeto a todos los que conociendo estos motivos no esten de acuerdo con la convocatoria de huelga y hayan decidido trabajar. Lo que no concibo es todos esos que, sabiéndolo y apoyándolo, han decidido hacer caso omiso a la convocatoria, ya sea por miedo a lo que el jefe -el hijo de la gran puta de- pueda pensar, las represalias que pueda tomar o, aún peor, por egoísmo, por no perder 1,4 días de sueldo, etcétera.
Esos motivos son, nada más y nada menos que, los tentáculos que ese puto neoliberalismo nos ha metido en el cuerpo, el puto conformismo. Y si queremos mejorar, si queremos que la cosa cambie, tenemos que hacernos fuertes en la unión y protestar.

No tengo ninguna intención de hacer piquetes, no soy partidario. Mi aportación a la huelga es esete pequeño, humilde escrito: mi opinión al respecto, ni más ni menos. Y mi adhesión a la huelga.

Y, sí, esta huelga es política. Por mucho que me esfuerce no consigo recordar una que no lo haya sido.

martes, 19 de mayo de 2009

Motivos para la huelga: lamentables condiciones.

Sabes que estás en una empresa cutre cuando tardan mucho más de lo necesario en cambiar el material de la oficina. Sabes que estas en una empresa cutrísima cuando sólo cambian el material hecho polvo por otro, más nuevo, aunque usado, heredado de la empresa madre.
Pero, oh, amigos, cuando sustituyen material destrozado, cayéndose a trozos, por material usado y en no muy buenas condiciones de la empresa madre, y además almacenan el material destrozado... entonces, amigos, trabajáis en Cromañon.

Porque nuestro material de oficina, no sólo es, posiblemente, el más barato que pudieron encontrar, sino que está usado, gastado y maltratado. Mi silla, siendo de las más nuevas, tiene un respaldo que apenas sujeta y el reposabrazos derecho se tambalea como un SEAT 600 a 250 km/h. Y tantas otras cosas...
Pero lo más cachondo es que se guarda material que en el estado de Alabama sería considerado arma mortal y/o trampa para osos, material que una persona con dos dedos de frente no se dignaría a usar, por si acaso hace falta algún día. Y ese día ha llegado.

A raíz de un proyecto ha surgido la necesidad de subcontratar un número de personas de manera más o menos urgente. Y, claro, había que surtir a estas personas de material de oficina. ¿Comprarlo? No hombre, no, ¡si tenemos un almacén lleno de mierda!

En resumen, que he ido a ayudar a un compañero, y me he sentado en una silla con un solo reposabrazos. Y no sé si quería apoyarme o qué cojones, pero en un movimiento mi brazo ha topado con un trozo de tornillo que sobresalía (lo más normal del mundo) y me he hecho un arañazo. Nada grave, no os preocupéis, sólo parezco un puto yonki con Parkinson.

Pero, joder, es que no es de recibo tener semjantes condiciones en la oficina. Pues he ido a decirselo al comité de empresa sin muchas esperanzas (cuando era más inocente hubiera pensado que protestarían contra los jefes o RRHH o algo, pero ya no). Y, ¿sabéis qué? Me equivocaba; sí que han hecho algo: han ido dos personas del citado comité... y han movido la silla a una esquinita, no vaya a ser que a otro le de por sentarse y...

lunes, 18 de mayo de 2009

Jimmy Hoffa.

Espoleado por una divertida referencia en la serie en la que estoy enfrascado actualmente -Fringe-, y por la proximidad de la huelga general convocada en el País Vasco -a la que auguro poco éxito- se me ha ocurrido acercaros un poco a un personaje de la cultura pop estadounidense del que, sin duda, habréis oido innumerables referencias en series y demás: Jimmy Hoffa.

Hoffa comenzó a trabajar cargando camiones a la tierna edad de 16 años y justo antes de la Gran Depresión. Esa fué una mala época para los trabajadores, porque los poderosos, la patronal, utilizaba la excusa de la crísis y la necesidad de los trabajadores para exprimirlos al máximo. Suena familiar, ¿no creéis? El jóven Hoffa tardó demasiado en mostrar su lado rebelde negándose a los abusos.
Y de ahí a líder sindical con tan solo 18 años, subiéndo la escala paulatinamente, hasta llegar a ser, posiblemente, la persona más importante en el gremio de los camioneros. El sindicato que representa a este gremio en los EEUU tiene un gran poder y Jimmy, con su boquita y sus arengas, es uno de los que lo llevaron ahí.
Bueno, con su boquita y, según se decía en los 50, con la ayuda de unos amiguitos de acento mediterraneo y alimentación basada en la pasta de la mamma.
Los transportes por camión estaban basados en pequeñas compañías privadas y la estrategia de Hoffa era enfrentar el conjunto de estas pequeñas unidades contra enemigos más grandes -siendo el sindicato, de facto, la ùnica asociación de camioneros a nivel nacional-. Al parecer utilizó los servicios de la Mafia para... convencer a los menos luchadores, digamos, y devolvía el favor ayudándoles a limpiar un poquito de dinero en la vastísima red que era el sindicato.
Hoffa llegó incluso a pasar unos añitos a la sombra por sobornar a un jurado en un juicio donde se investigan las relaciones del sindicato de los camioneros con el del crimen (aunque yo considero que la manera de proceder de algunos camioneros en las carreteras también es crimen).

Y por fín, un buen día, el 30 de julio del 75, Jimmy había quedado a comer con dos amigos Tony Giacalone y Anthony Provenzano en Detroit. A eso de las 14.45 desapareció y jamás se ha vuelto a saber nada. Algunos rumores apuntan a que vive, oculto, pero nadie ha podido demostrar tal cosa -y se ha intentado-; lo más probable es que muriera, pero jamás se han hallado ni su cuerpo ni nada que indique dónde pueda estar. Allí comenzó el misterio de Jimmy Hoffa.

Pero yo sé dónde seguro que no está: en el comité sindical de mi empresa. Si anduviera por aquí seguro que haría algo más :D

Huelga decir -qué nivel- que las misteriosas circunstancias que envuelven parte de la vida y la desaparición de Jimmy Hoffa son uno de los misterios más populares de la cultura moderna norteamericana, además de hacer las delicias de los conspiranoicos.