Espoleado por una divertida referencia en la serie en la que estoy enfrascado actualmente -Fringe-, y por la proximidad de la huelga general convocada en el País Vasco -a la que auguro poco éxito- se me ha ocurrido acercaros un poco a un personaje de la cultura pop estadounidense del que, sin duda, habréis oido innumerables referencias en series y demás: Jimmy Hoffa.
Hoffa comenzó a trabajar cargando camiones a la tierna edad de 16 años y justo antes de la Gran Depresión. Esa fué una mala época para los trabajadores, porque los poderosos, la patronal, utilizaba la excusa de la crísis y la necesidad de los trabajadores para exprimirlos al máximo. Suena familiar, ¿no creéis? El jóven Hoffa tardó demasiado en mostrar su lado rebelde negándose a los abusos.
Y de ahí a líder sindical con tan solo 18 años, subiéndo la escala paulatinamente, hasta llegar a ser, posiblemente, la persona más importante en el gremio de los camioneros. El sindicato que representa a este gremio en los EEUU tiene un gran poder y Jimmy, con su boquita y sus arengas, es uno de los que lo llevaron ahí.
Bueno, con su boquita y, según se decía en los 50, con la ayuda de unos amiguitos de acento mediterraneo y alimentación basada en la pasta de la mamma.
Los transportes por camión estaban basados en pequeñas compañías privadas y la estrategia de Hoffa era enfrentar el conjunto de estas pequeñas unidades contra enemigos más grandes -siendo el sindicato, de facto, la ùnica asociación de camioneros a nivel nacional-. Al parecer utilizó los servicios de la Mafia para... convencer a los menos luchadores, digamos, y devolvía el favor ayudándoles a limpiar un poquito de dinero en la vastísima red que era el sindicato.
Hoffa llegó incluso a pasar unos añitos a la sombra por sobornar a un jurado en un juicio donde se investigan las relaciones del sindicato de los camioneros con el del crimen (aunque yo considero que la manera de proceder de algunos camioneros en las carreteras también es crimen).
Y por fín, un buen día, el 30 de julio del 75, Jimmy había quedado a comer con dos amigos Tony Giacalone y Anthony Provenzano en Detroit. A eso de las 14.45 desapareció y jamás se ha vuelto a saber nada. Algunos rumores apuntan a que vive, oculto, pero nadie ha podido demostrar tal cosa -y se ha intentado-; lo más probable es que muriera, pero jamás se han hallado ni su cuerpo ni nada que indique dónde pueda estar. Allí comenzó el misterio de Jimmy Hoffa.
Pero yo sé dónde seguro que no está: en el comité sindical de mi empresa. Si anduviera por aquí seguro que haría algo más :D
Huelga decir -qué nivel- que las misteriosas circunstancias que envuelven parte de la vida y la desaparición de Jimmy Hoffa son uno de los misterios más populares de la cultura moderna norteamericana, además de hacer las delicias de los conspiranoicos.
Hoffa comenzó a trabajar cargando camiones a la tierna edad de 16 años y justo antes de la Gran Depresión. Esa fué una mala época para los trabajadores, porque los poderosos, la patronal, utilizaba la excusa de la crísis y la necesidad de los trabajadores para exprimirlos al máximo. Suena familiar, ¿no creéis? El jóven Hoffa tardó demasiado en mostrar su lado rebelde negándose a los abusos.
Y de ahí a líder sindical con tan solo 18 años, subiéndo la escala paulatinamente, hasta llegar a ser, posiblemente, la persona más importante en el gremio de los camioneros. El sindicato que representa a este gremio en los EEUU tiene un gran poder y Jimmy, con su boquita y sus arengas, es uno de los que lo llevaron ahí.
Bueno, con su boquita y, según se decía en los 50, con la ayuda de unos amiguitos de acento mediterraneo y alimentación basada en la pasta de la mamma.
Los transportes por camión estaban basados en pequeñas compañías privadas y la estrategia de Hoffa era enfrentar el conjunto de estas pequeñas unidades contra enemigos más grandes -siendo el sindicato, de facto, la ùnica asociación de camioneros a nivel nacional-. Al parecer utilizó los servicios de la Mafia para... convencer a los menos luchadores, digamos, y devolvía el favor ayudándoles a limpiar un poquito de dinero en la vastísima red que era el sindicato.
Hoffa llegó incluso a pasar unos añitos a la sombra por sobornar a un jurado en un juicio donde se investigan las relaciones del sindicato de los camioneros con el del crimen (aunque yo considero que la manera de proceder de algunos camioneros en las carreteras también es crimen).
Y por fín, un buen día, el 30 de julio del 75, Jimmy había quedado a comer con dos amigos Tony Giacalone y Anthony Provenzano en Detroit. A eso de las 14.45 desapareció y jamás se ha vuelto a saber nada. Algunos rumores apuntan a que vive, oculto, pero nadie ha podido demostrar tal cosa -y se ha intentado-; lo más probable es que muriera, pero jamás se han hallado ni su cuerpo ni nada que indique dónde pueda estar. Allí comenzó el misterio de Jimmy Hoffa.
Pero yo sé dónde seguro que no está: en el comité sindical de mi empresa. Si anduviera por aquí seguro que haría algo más :D
Huelga decir -qué nivel- que las misteriosas circunstancias que envuelven parte de la vida y la desaparición de Jimmy Hoffa son uno de los misterios más populares de la cultura moderna norteamericana, además de hacer las delicias de los conspiranoicos.
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