martes, 4 de diciembre de 2007

¡Vive!

Lo sé, lo sé. Perdonadme. Sé que he estado mucho tiempo desaparecido, pero estaba negociando con un grupo de inversores chinos que... bueno, no os lo puedo contar ahora mismo, pero os convendría aprenderos a leer en ese idioma...

¿A qué se ha debido esa ausencia? Pues me he tomado unas vacaciones de Blog -o Blogcaciones-. Cuando pensaba en escribir algo, una honda apatía se apoderaba de mí. Un estado abúlico que me hacía desistir de intentarlo siquiera. Y no es por falta de temas, no; aún tengo pendientes las reseñas de el estreno de la casa de Lazoa, el Salón del cómic y manga de Getxo, y otras cuantas cosas que están en el tintero, fermentando. Durante este puente intentaré publicar las dos primeras, que al contener videos y fotos tienen más trabajo que una entrada normal y me llevarán tiempo.
No es que hoy esté en mejor forma. Mi cuerpo lucha contra un resfriado y estoy sumido en un abotargamiento, con molestias en las articulaciones y cara de estulte. Mi cuerpo colo mantiene las funciones básicas y ha apagado la perspicacia, reflejos, energia vital... Que estoy hecho un trapo, vamos. Pero como soy un soberano imbécil, estoy trabajando. Bueno, en el trabajo, se me entiende. Dios, qué bobo soy; mataría por una cama. Pídeme que mate, ¡pídeme!

Y ahora, hilando de modo genial con esa última frase, os recomendaré un cómic que me recomendó Newskin, a su vez y que tras el perceptivo tiempo de no hacerle ni puto caso me decidí a bajar. Me está gustando bastante, aunque el dibujo no me mole; es demasiado evidente.
El cómic es 100 balas, y le podéis echar un vistazo preliminar aquí. Claro que si os gusta deberéis comprarla o seréis piratas malos malos como Jack Sparrow.

Con vuestro permiso, proseguiré vegetando.
¡No! ¡Tenemos una copiosa comida de proyecto! Consistente en: 3D de palo -muy buenos-, cacahuetes con miel, galletitas saladas, una gominola para cada uno...