lunes, 12 de mayo de 2008

Metida de pata... ¡pero tenía razón!

Imaginaos la situación, aunque algunos la hayais visto: bajas a la cafetería, a comer, y en tu sitio habitual, donde te sientas todos los días, hay restos de comida, y no es la primera vez. Los restos son de un cítrico. Más concretamente, esa parte blanca y amarga que tanto cuesta quitar. ¿Qué hubierais hecho vosotros? Pues he soltado un sonoro bufido, preguntando por el "puto cerdo" que me había dejado el postre preparado, que he cogido en mi mano. Con tal mala suerte de que el puto cerdo se encontraba presente, recién echada la basura y, yo creo, preparándose para salir.

El me ha dicho, con actitud condescendiente, que de puto cerdo nada. Confieso que me ha pillado a contra pié, y sólo he acertado a decir que en ese lugar suelen dejar restos y que pensaba que se había marchado. Evidentemente, si se llega a ir sin recoger la mierda, al margen de que me oyera o no, es un puto cerdo. Entonces me ha dicho, con los mismos aires que "otro día hablas antes", y ha pasado una servilleta de mala gana antes de irse. Me hubiera gustado darle un voto de confianza y creer que, en ese momento, se disponía a limpiar "mi" sitio. Pero viendo que ya había tirado su basura, que tenía sus bártulos empaquetados y que me han dejado varias veces el sitio guarreado, no llego a creérmelo.

En fin, una metidita de pata. Lo que más me jode es que, como siempre que me pillar con el pié cambiado, no sé responder como el Spaghetti volador manda. Y claro, luego lo pienso y me cabreo. ¡Y encima lo he recogido yo!

¡Pues ahora mismo bajo y le planto un pino en el capó!

Al menos la peña esta -o sea, la mayoría de los que estáis leyendo- se han cachondeado un poco.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡¡¡QUE SE JODA!!! ¡¡¡POR COMER ANTES!!!
XDDDD