jueves, 29 de mayo de 2008

H. H. Holmes.

Anoche estuve viendo algunos capítulos de la segunda temporada de Sobrenatural -serie que, por otra parte, no tiene mayor interés-. En uno de ellos hablaron de un tal Herman Webster Mudgett, más conocido como Dr. H. H. Holmes. Como, pese a ser una serie fantástica lo trataban como un personaje histórico y, además, contaban cosas increíblemente truculentas sobre él, me interesó. Será que estoy enfermo.
Acudí pues a esa fuente de conocimientos que es lo más parecido a la Enciclopedia Galáctica de Asimov -o a la Guía del autoestopista galáctico de Adams-: La Wikipedia.

Efectivamente, fué un personaje real, y no me costó ni diez segundos dar con información sobre él: el caballero de la foto es, según muchos, el primer asesino en serie de los Estados Unidos; se dice que asesinó a cientos de personas, aunque él confesó "sólo" 27, de las cuales solo 9 pudieron ser probadas ya que algunas de las que confesó haber asesinado, estaban vivitas y coleanto. Aún después de pillado seguía cachondeandose de la policía. Pero lo más interesante e impresionante es lo retorcido que era, con una mentalidad y unas ideas que ponen los pelos de punta. Y una determinación inhumana que le hacía llevar a cabo sus enfermos planes sin atisbo de duda. Este sujeto es comparable a los ideólogos de torturas de la inquisición. Estoy hablando, principalmente del "Castillo Holmes".


Con motivo de la feria mundial que se celebraba en Chicago en 1893 -como la de Knoxville, Tennesse-, Holmes comenzó la construcción de un hotel que no tenía nada que envidiar al hostalito de la familia Bates. Holmes no era tonto, y no quería que nadie salvo él conociera los entresijos e intringulis del peculiar edificio que había ideado y que, sin duda, hubiera dado qué hablar a los constructores y albañiles. ¿Cómo lo consiguió? pues de una manera genial. Contrataba a alguien para hacer la obra y jamás pagaba, de manera que al de poco de comenzar el trabajo se marchaban y lo dejaban a medias. Entonces contrataba a otro y más de lo mismo, de manera que el único en tener una perspectiva completa del puzzle era el propio Holmes, mientras que todos los que habían participado en la obra apenas conocian un par de piezas.
¿Porqué hacia esto? Bien, cuando Holmes ideó su castillo, no lo hizo pensando en modernidad, confort de los huespedes ó adaptabilidad para minusvalidos, no. El inmueble estaba formado por laberínticos pasadizos dentro de las paredes, mirillas para espiar a las señoritas, trampas mortales y controles para gasear una o varias habitaciones sin moverse del sitio. Y no sólo esto, sino que solucionó el molesto trabajo de deshacerse de los cadáveres mediante un ingenioso sistema de toboganes y montacargas para llevarlos al sótano, donde podía elegir entre un baño de ácido sulfúrico, cal viva o un incinerador para hacer desaparecer a sus antiguos huéspedes.


Recomiendo leer su apartado de la Wikipedia -en inglés o castellano- y si, como a mi, os entra el gusanillo, buscar los libros en los que se habla de Holmes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si es que gente retorcida ha habido y habrá siempre, en todas partes y en cualquier época.

Yo vi unos 10 o 12 capítulos de Supernatural en VOS, pero de repente dejé de verla, no sé muy bien por qué. Igual porque no engancha XD.

Eso sí, los chicos muy monos, oye, el rubito salía en Las Chicas Gilmore donde curiosamente se llamaba Dean, como su hermano mayor en Supernatural. ¿Coincidencia? Quien sabe... y a quién le importa, jajajaja.