Paul Potts es, al margen de la similitud fonética de su nombre con el de uno de los mayores genocidas de la historia, el vencedor del programa de televisión británico Britain's got talent.
No sólo ha ganado el consurso; mi amigo Paul es un fenómeno internacional y está vendiendo discos a millones. ¿Por qué? Os resumiré someramente su biografia, leída aquí:
Su vida no ha sido ninguna bicoca. Siendo niño, en la escuela, sufrió insultos y vejaciones por el simple hecho de carecer de dinero. Como le gustaba cantar, se refugiaba en esta afición formando parte del coro de su escuela, haciéndolo aún más tímido e introvertido. Sufrió un accidente que le desfiguró la dentadura y rompió una vertebra, pero, mal que bien, siguió adelante.
Tiempo después, ya de adulto, participó en un concurso de donde, pese a no salir vencedor, volvió a su casa con 8.000 libras esterlinas. Este dinero no lo invirtió en una hipoteca, un coche o un yate, no. Lo invirtió en su grán pasión, utilizándolo para pagarse clases de canto especializadas. Pensaba que estaba en el camino para ganarse la vida cantando, pero el destino le reservaba una broma macabra: tuvo que pasar 3 veces por el hospital en poqco tiempo. Primero una apendicitis, luego un tumor y, de postre, otro accidente. Estuvo sin poder trabajar durante un tiempo y contrajo grandes deudas que rondaban las 30.000 libras. Desanimado -según confiesa él, siempre tuvo problemas de confianza en si mismo- y necesitado, aceptó un trabajo como vendedor de teléfonos móviles y ocultó su vocación a sus compañeros. Dejó de cantar.
Y estuvo unos años sin cantar, hasta que se presentó al casting de Britain's got talent. Llevaba mucho sin cantar y tenía miedo. Su baja autoestima lo golpeó de nuevo y pensó en marcharse a casa, en lanzar la toalla. Dejó que el azar decidiera, a cara o cruz. Salió cara. Entró. Y pasó.
Esta historia personal y el caracter dulce y bonachón de Paul han enamorado al público; pero no ha ganado sólo por eso. En su primera audición con público -2.000 personas- en el mencionado concurso, no sólo logro una ovación con el aforo en pié; hizo llorar de emoción al propio jurado. Y lo más curioso es que canta ópera. En el pais del pop, punk y rock ha ganado cantando ópera. Y no es para menos.
Personalmente, no me gusta la ópera; me parece pomposa, aburrida y exagerada, aunque ni siquiera a mí se me escapa que tiene unas piezas bellísimas. Cuando pienso en la ópera, no puedo dejar de equipararla al pop, e imaginarme a las generaciones futuras disfrutar de cosas como Mecano y alardeando de que es la música más culta de la historia. Pese a esto, la interpretación de Paul Potts de Nessun Dorma -de la ópera Turandot, de Giacomo Pucini- logró ponerme los pelos de punta y se me ha quedado grabada en la mente. Aquí tenéis, para vuestro disfrute, el que se ha convertido en uno de los videos más vistos de Youtube.
Vincero! Vincero!
No sólo ha ganado el consurso; mi amigo Paul es un fenómeno internacional y está vendiendo discos a millones. ¿Por qué? Os resumiré someramente su biografia, leída aquí:
Su vida no ha sido ninguna bicoca. Siendo niño, en la escuela, sufrió insultos y vejaciones por el simple hecho de carecer de dinero. Como le gustaba cantar, se refugiaba en esta afición formando parte del coro de su escuela, haciéndolo aún más tímido e introvertido. Sufrió un accidente que le desfiguró la dentadura y rompió una vertebra, pero, mal que bien, siguió adelante.
Tiempo después, ya de adulto, participó en un concurso de donde, pese a no salir vencedor, volvió a su casa con 8.000 libras esterlinas. Este dinero no lo invirtió en una hipoteca, un coche o un yate, no. Lo invirtió en su grán pasión, utilizándolo para pagarse clases de canto especializadas. Pensaba que estaba en el camino para ganarse la vida cantando, pero el destino le reservaba una broma macabra: tuvo que pasar 3 veces por el hospital en poqco tiempo. Primero una apendicitis, luego un tumor y, de postre, otro accidente. Estuvo sin poder trabajar durante un tiempo y contrajo grandes deudas que rondaban las 30.000 libras. Desanimado -según confiesa él, siempre tuvo problemas de confianza en si mismo- y necesitado, aceptó un trabajo como vendedor de teléfonos móviles y ocultó su vocación a sus compañeros. Dejó de cantar.
Y estuvo unos años sin cantar, hasta que se presentó al casting de Britain's got talent. Llevaba mucho sin cantar y tenía miedo. Su baja autoestima lo golpeó de nuevo y pensó en marcharse a casa, en lanzar la toalla. Dejó que el azar decidiera, a cara o cruz. Salió cara. Entró. Y pasó.
Esta historia personal y el caracter dulce y bonachón de Paul han enamorado al público; pero no ha ganado sólo por eso. En su primera audición con público -2.000 personas- en el mencionado concurso, no sólo logro una ovación con el aforo en pié; hizo llorar de emoción al propio jurado. Y lo más curioso es que canta ópera. En el pais del pop, punk y rock ha ganado cantando ópera. Y no es para menos.
Personalmente, no me gusta la ópera; me parece pomposa, aburrida y exagerada, aunque ni siquiera a mí se me escapa que tiene unas piezas bellísimas. Cuando pienso en la ópera, no puedo dejar de equipararla al pop, e imaginarme a las generaciones futuras disfrutar de cosas como Mecano y alardeando de que es la música más culta de la historia. Pese a esto, la interpretación de Paul Potts de Nessun Dorma -de la ópera Turandot, de Giacomo Pucini- logró ponerme los pelos de punta y se me ha quedado grabada en la mente. Aquí tenéis, para vuestro disfrute, el que se ha convertido en uno de los videos más vistos de Youtube.
Vincero! Vincero!
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