Supongo que todos conoceréis a esta, aparentemente, simpática presentadora que fué en los inicios, y sigue siendo, una de las presentadoras bandera del canal de Sogecable, Cuatro. Es posible, incluso, que esta chica os caiga bien. Pero no os engañeis, lectores. Tras esa sonrisa profident se esconde una de las mayores fascistas del panorama televisivo actual...
Fascismo viene del italiano fascio, haz. Y esto es, precisamente, lo que le va a esta mujer: decirnos lo que tenemos que hacer. Incansablemente, semana tras semana, imperativamente, insistentemente, nos dice qué tenemos que hacer y qué tenemos que dejar de hacer. Lo del fascio le pone berraca perdida. ¡Déjame en paz!
Me estoy refiriendo a los dos últimos programas conocidos de la placentina: ¡Qué desperdicio! y Soy lo que como. Ambos programas tienen un formato idéntico: Raquelita visita a incautos y estultes ciudadanos en su propia casa y procede, con sus rectos y estirados ayudantes, a juzgar y condenar los hábitos de la persona o personas, familia o familias y, de paso, al resto de los ciudadanos.
En Soy lo que como -todo lo gordo- ella y una sosísima dietóloga -y no me extraña que sea sosa, a saber cómo se alimenta- se dedican a grabar los hábitos alimenticios del voluntario de turno -hay que ser tonto de los cojones- con cámaras ocultas y a reñirle tras mostrarle las pruebas. Ejemplo:
Treintañera entradita en carnes, llega a casa de trabajar, abre la nevera y se come dos natillas untando magdalenas. Vienen Raquel y la otra y le muestran el video. Tras verlo le dicen "eso no, caca. ¡¡¡caca!!!". La chica agacha la cabeza y piensa "el trabajo me hará libre".
Tras el rapapolvo, muestran por pantalla una serie de estadísticas sobre lo que come un ciudadano del estado y porque, según ellas, eso está mal y es terrible y deberíamos fustigarnos por ser tan malos todos. Que somos unos gordos asquerosos y no nos cuidamos nada y vamos a morir solos, desgraciados, feos. Y Raquel nos va a escupir.
En qué desperdicio -tu vida-, una aún más dura Sanchesirva, juzga los hábitos de consumo eléctrico, reciclaje, contaminación, desperdicios, etcétera de un par de familias "del montón". Y tras el video y la bronca, como no, estadísticas de lo malos que somos todos y cómo estamos jodiendo el planeta. Todos menos ella, su ayudante, el cámara y Cuatro. Y su padre, su madre y muchos ascendientes que no pretendía mentar.
Vamos a ver, guapita de cara. ¿Cuánta electricidad malgastáis emitiendo vuestros programas de mierda? ¿Y manteniendo el cartel luminoso de la cadena? ¿Y en maquillaje y peluquería? ¿Y los desperdicios del catering? Vamos no me jodas. Que me voy tener que creer que la chica se limpia el culo con papel higiénico del que rasca y que, en su chalé, loft o lo que tenga, no gasta más que dos vatios al día que produce ella misma con generadores de movimiento pélvico-sexual.
Pues yo estoy hasta los cojones de que la tele, que uso -usaba, ahora apenas la pongo- para distraerme, me eche la bronca, me reeduque y me toque los huevos. Para eso me hago cienciólogo, no te jode... ¡¡¡Fascista!!!
Fascismo viene del italiano fascio, haz. Y esto es, precisamente, lo que le va a esta mujer: decirnos lo que tenemos que hacer. Incansablemente, semana tras semana, imperativamente, insistentemente, nos dice qué tenemos que hacer y qué tenemos que dejar de hacer. Lo del fascio le pone berraca perdida. ¡Déjame en paz!
Me estoy refiriendo a los dos últimos programas conocidos de la placentina: ¡Qué desperdicio! y Soy lo que como. Ambos programas tienen un formato idéntico: Raquelita visita a incautos y estultes ciudadanos en su propia casa y procede, con sus rectos y estirados ayudantes, a juzgar y condenar los hábitos de la persona o personas, familia o familias y, de paso, al resto de los ciudadanos.
En Soy lo que como -todo lo gordo- ella y una sosísima dietóloga -y no me extraña que sea sosa, a saber cómo se alimenta- se dedican a grabar los hábitos alimenticios del voluntario de turno -hay que ser tonto de los cojones- con cámaras ocultas y a reñirle tras mostrarle las pruebas. Ejemplo:
Treintañera entradita en carnes, llega a casa de trabajar, abre la nevera y se come dos natillas untando magdalenas. Vienen Raquel y la otra y le muestran el video. Tras verlo le dicen "eso no, caca. ¡¡¡caca!!!". La chica agacha la cabeza y piensa "el trabajo me hará libre".
Tras el rapapolvo, muestran por pantalla una serie de estadísticas sobre lo que come un ciudadano del estado y porque, según ellas, eso está mal y es terrible y deberíamos fustigarnos por ser tan malos todos. Que somos unos gordos asquerosos y no nos cuidamos nada y vamos a morir solos, desgraciados, feos. Y Raquel nos va a escupir.
En qué desperdicio -tu vida-, una aún más dura Sanchesirva, juzga los hábitos de consumo eléctrico, reciclaje, contaminación, desperdicios, etcétera de un par de familias "del montón". Y tras el video y la bronca, como no, estadísticas de lo malos que somos todos y cómo estamos jodiendo el planeta. Todos menos ella, su ayudante, el cámara y Cuatro. Y su padre, su madre y muchos ascendientes que no pretendía mentar.
Vamos a ver, guapita de cara. ¿Cuánta electricidad malgastáis emitiendo vuestros programas de mierda? ¿Y manteniendo el cartel luminoso de la cadena? ¿Y en maquillaje y peluquería? ¿Y los desperdicios del catering? Vamos no me jodas. Que me voy tener que creer que la chica se limpia el culo con papel higiénico del que rasca y que, en su chalé, loft o lo que tenga, no gasta más que dos vatios al día que produce ella misma con generadores de movimiento pélvico-sexual.
Pues yo estoy hasta los cojones de que la tele, que uso -usaba, ahora apenas la pongo- para distraerme, me eche la bronca, me reeduque y me toque los huevos. Para eso me hago cienciólogo, no te jode... ¡¡¡Fascista!!!
5 comentarios:
Puede que sea una mandona o algo similar, pero sus programas me parecen didácticos. Ya podrián ser muchos programas como estos para concienciar a la gente sobre ciertos malos hábitos. Además, me pone berraco!
Saludos
Te tiene berraco y punto XD
Sus programas me parecen una bazofia demagógica y fascista -en el sentido de la palabra que ya he explicado-. Yo estoy hasta los huevos de que me digan qué comer, qué reciclar,...
Welcome, de todas maneras ;)
Estoy totalmente de acuerdo contigo, pero es lo que le va a esta tía, está acostumbrada a decirle a todo el mundo lo que tiene que hacer, cómo y cuando y cuando no se hacen las cosa así monta unos pollos impresionantes, he sido testigo de algunos. Además no debe salirle muy productiva a la cadena presentando un programa cada seís meses
estamos en un pais libre cada uno puede ver lo que le de la gana, y si hay programas didacticos y que nos ayuden en algun punto en nuestra vida bienvenidos sean, francamente estoy en total descuerdo con todo lo que has espuesto, por que no lo miras desde el punto de vista de la persona que quiere adelgazar, pero no puede y necesita que algún profesional lo ayude y además gratuitamente, o por que no entre todos le echamos una mano a nuestro planeta que se nos cae a pedazos por cada momento!!!
Efectivamente; estamos en un pais libre y por eso opino lo que me sale de los cojones, desde el punto de vista que me sale de los cojones. Y no diré a nadie lo que debe hacer o no, que es precisamente lo que hace Raquel S. S. Y viene a ser fascismo.
yo estoy en contra de todo tipo de fascismo, pero el fascismo televisivo encubierto que se aprovecha de la ignorancia y estulticia de alguna gente...
Por cierto, eso de que ayuda gratuitamente... mentira gorda. Buen rédito que le sacan.
Publicar un comentario