Hoy hace una semana que me encuentro en tierras californianas; tiempo que he dedicado principalmente al aclimatamiento y relajo. Y es que, al menos así lo creo yo, el Jet-Lag es más pronunciado cuando la estancia va a ser más larga. Supongo que es por que, cuando sólo se tiene una semana para visitar un lugar, forzamos a nuestro cuerpo a ponerse en marcha aún dejándolo exhausto, para descansar una vez de vuelta en el hogar. Y ya en el hogar se está tan agotado que no queda otra que descansar de modo extraordinario.
En cambio, si disponemos de tiempo, nos lo tomamos con más tranquilidad y el cuerpo se rebela y se vuelve loco con la diferencia horaria. O así lo he sentido yo, al menos. O tal vez sólo sea que traía una importante falta de sueño de casa.
Además, habréis podido comprobar que no he escrito nada en el blog desde que llegara. No es que no haya hecho nada digno de contaros, amigos; más bien al contrario. Lo que ocurre es que una vez en el apartamento, no me venía a la mente la manera de contaros las vivencias y sentimientos que he ido acumulando. Aunque he utilizado bastante el miniblog -Twitter- y la geolocalización de Google Latitude para que no me perdierais del todo la pista. Y no se si habréis visto que he subido un par de pequeños videos.
¿Qué he hecho esta semana? Pues aclimatarme dando largos paseos; este barrio, uno de los más carismáticos, típicos y míticos de San Francisco, es una maravilla. Y realmente tranquilo, además. Pena de cuestas... Pero si voy calle abajo llego a Grace Cathedral, donde hay un precioso parque donde la gente disfruta de un momento de solaz. Y depende del sentido de la caminata, más allá está China Town, pasando por la zona italiana. Siguiendo otro camino llegaremos a la fabulosa y turística Wharf Area. Un sitio impresionante. Y si se sigue por los muelles, un paseo de una milla o así, se llega al distrito financiero.
Claro que no es del todo necesario pegarse tales caminatas; el sistema de transporte público me ha sorprendido muy faborablemente. Especialmente el trolebús que cogemos por las noches, para volver a casa: el 45. Desde el distrito financiero hasta Russian Hill pasando por China Town y la zona italiana. Claro que, como todo lo que pase por CT, suele estar bastante concurrido.
También he podido usar un par de bibliotecas públicas de la ciudad. Y, amigos, es un sistema que me gusta mucho. Son pequeñas bibliotecas repartidas por los barrios con un sencillo y ágil sistema informático para gestionar los préstamos. Y mucha variedad, además.
Yo he cogido "El halcón maltés" de Dashiell Hammett. Joder, es que estoy leyendo una fantástica historia escrita con jodida maestría a escasa distancia de donde transcurre la acción. Si eso no es meterse en la historia... Además, en la última novela que leí en casa, "Sólo un muerto más" del grandísimo Ramiro Pinilla, el protagonista está obsesionado con Hammett. Y, bueno, tengo tendencia a esto de encadenar cosas.
Los supermercados son otra cosa que estoy experimentando. Hay tanto cadenas como independientes; las 2 cadenas mayoritarias que he visto hasta el momento son Safeway y Trader Joe's. Mención especial este último que vende exclusivamente marca blanca -la suya- y además tiene un trato muy de colegueo, muy cercano amigable para con el cliente. A mí personalmente me encanta.
Los supermercados independientes que he visitado están indefectiblemente regentados por chinos, y chinos son la mayoría de los clientes.
Pero sobre todo, una cosa que tienen que aprender en nuestros supermercados es que, aquí, ¡ellos te embolsan la compra! ¿Porqué? ¡Por qué tú pones la pasta, nena!
Pero lo principal, lo que más me ha gustado, es que he dejado de ser un turista más, a ser un viajero. A no correr para ver todas las cosas que se supone has de ver, sino a vivir como si fuera uno más. A conocer a gente, gente maravillosa, la familia que me ha acogido y prácticamente adoptado. Gente amable, hospitalaria y cariñosa, que me saluda con besos y abrazos y a los que beso y abrazo como a mi propia familia.
Y a observar la vida local desde dentro, a ensanchar mis horizontes, a recoger experiencias. Conversar y escuchar. Dar y recibir.
Y ahora, me voy a dar una duchita, voy a ir a tomar un small triple latte -lo más parecido a un cortado que he encontrado- a Peet's coffee con esta encantadora señorita, dar un paseo y después al cine.
En cambio, si disponemos de tiempo, nos lo tomamos con más tranquilidad y el cuerpo se rebela y se vuelve loco con la diferencia horaria. O así lo he sentido yo, al menos. O tal vez sólo sea que traía una importante falta de sueño de casa.
Además, habréis podido comprobar que no he escrito nada en el blog desde que llegara. No es que no haya hecho nada digno de contaros, amigos; más bien al contrario. Lo que ocurre es que una vez en el apartamento, no me venía a la mente la manera de contaros las vivencias y sentimientos que he ido acumulando. Aunque he utilizado bastante el miniblog -Twitter- y la geolocalización de Google Latitude para que no me perdierais del todo la pista. Y no se si habréis visto que he subido un par de pequeños videos.
¿Qué he hecho esta semana? Pues aclimatarme dando largos paseos; este barrio, uno de los más carismáticos, típicos y míticos de San Francisco, es una maravilla. Y realmente tranquilo, además. Pena de cuestas... Pero si voy calle abajo llego a Grace Cathedral, donde hay un precioso parque donde la gente disfruta de un momento de solaz. Y depende del sentido de la caminata, más allá está China Town, pasando por la zona italiana. Siguiendo otro camino llegaremos a la fabulosa y turística Wharf Area. Un sitio impresionante. Y si se sigue por los muelles, un paseo de una milla o así, se llega al distrito financiero.
Claro que no es del todo necesario pegarse tales caminatas; el sistema de transporte público me ha sorprendido muy faborablemente. Especialmente el trolebús que cogemos por las noches, para volver a casa: el 45. Desde el distrito financiero hasta Russian Hill pasando por China Town y la zona italiana. Claro que, como todo lo que pase por CT, suele estar bastante concurrido.
También he podido usar un par de bibliotecas públicas de la ciudad. Y, amigos, es un sistema que me gusta mucho. Son pequeñas bibliotecas repartidas por los barrios con un sencillo y ágil sistema informático para gestionar los préstamos. Y mucha variedad, además.
Yo he cogido "El halcón maltés" de Dashiell Hammett. Joder, es que estoy leyendo una fantástica historia escrita con jodida maestría a escasa distancia de donde transcurre la acción. Si eso no es meterse en la historia... Además, en la última novela que leí en casa, "Sólo un muerto más" del grandísimo Ramiro Pinilla, el protagonista está obsesionado con Hammett. Y, bueno, tengo tendencia a esto de encadenar cosas.
Los supermercados son otra cosa que estoy experimentando. Hay tanto cadenas como independientes; las 2 cadenas mayoritarias que he visto hasta el momento son Safeway y Trader Joe's. Mención especial este último que vende exclusivamente marca blanca -la suya- y además tiene un trato muy de colegueo, muy cercano amigable para con el cliente. A mí personalmente me encanta.
Los supermercados independientes que he visitado están indefectiblemente regentados por chinos, y chinos son la mayoría de los clientes.
Pero sobre todo, una cosa que tienen que aprender en nuestros supermercados es que, aquí, ¡ellos te embolsan la compra! ¿Porqué? ¡Por qué tú pones la pasta, nena!
Pero lo principal, lo que más me ha gustado, es que he dejado de ser un turista más, a ser un viajero. A no correr para ver todas las cosas que se supone has de ver, sino a vivir como si fuera uno más. A conocer a gente, gente maravillosa, la familia que me ha acogido y prácticamente adoptado. Gente amable, hospitalaria y cariñosa, que me saluda con besos y abrazos y a los que beso y abrazo como a mi propia familia.
Y a observar la vida local desde dentro, a ensanchar mis horizontes, a recoger experiencias. Conversar y escuchar. Dar y recibir.
Y ahora, me voy a dar una duchita, voy a ir a tomar un small triple latte -lo más parecido a un cortado que he encontrado- a Peet's coffee con esta encantadora señorita, dar un paseo y después al cine.
3 comentarios:
Que perra que eres, y yo aqui currando.
La semanita que viene por lo menos me voy a bruselas, aunque poco voy a ver de su zona y forma de vivir, ya que voy a un festival, pero de todos modos sera una experiencia eso de viajar en furgoneta hasta bruselas con otros 8 loc@s ;)
¡¡pero que es eso de ir dando besos y abrazos!!... ¡que pasa que te pones a dar el amor que aqui no me diste cacho perra!!... jajaja
Me alegra que te lo pases de puta madre... yo voy a currar gratix hasta agosto... frikikar ha fallecido y el corazon nuevo vale 1800€... no puedes mandarme por UPS un carricoche de esos de por alli??
¡Me encanta! Las cuestas, los supermercados, esos sucedáneos de café... ¡incluso los chinos! No sabes la envidia que me das... Tal y como lo cuentas hsta parece que vayas a volver hecho un oso amoroso derrochando paz y sabiduría :D
¡Besos y abrazos para tí desde la vieja Europa!
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