sábado, 14 de junio de 2008

Declaración de intenciones.

Se acabó. Ya me he hartado de normativas difusas, las discriminaciones con respecto a las mujeres -en su favor-, el business-casual de los cojones y los zapatos de vestir. ¡A tomar por culo el traje!
Desde que entré a trabajar en Cromañon hasta el verano pasado, más o menos, la normativa de vestimenta era muy explícita para los hombres: debíamos llevar traje y corbata. Para las mujeres siempre fué algo más laxa, prohibiendoles únicamente el uso de pantalones vaqueros, deportivas y, en general, ropa demasiado sport.
Pero hace un año, como digo, esto cambió. Siguiendo los dictámentes de nuestra todopoderosa empresa madre, Los Chenchos, se decidió adoptar, como ya habían hecho los de Cutritel, una nueva normativa llamada business-casual. Como es costumbre en Cromañon, no se envió una circular ni se reunió a los empleados para comunicarles el cambio. Simplemente fué un rumor que se fué corriendo hasta que llego a oidos de todos -o casi todos-. Los Pringlebrown nos habíamos enterado incluso antes, porque nos lo habia dicho la Uzu, que a la sazón es una Chencho -pobrecica-.

Nos las prometíamos felices hasta que un iluminado nos planteó la duda: ¿Qué cojones es business-casual? Al parecer es una tendencia de moda en las empresas chupi-guays del mundo civilizado. La chorrada esta consiste en parecer moderno sin perder las anquilosadas maneras empresariales. Algo así como el arreglá pero informá de las folclóricas o como meter la puntita na más. Una bobería, como digo.
Es decir, en vez de traje podíamos llevar pantalones chinos, coreanos o survietnamitas, Dockers y su puta madre, camisas menos formales ¡y hasta polos! Las chicas en cambio... todo esto ya lo tenían; ¡Y aún tenían más margen que nosotros!
El problema es que yo, a raíz de trabajar allí, me había comprado dos trajes, un juego completo de camisas, calcetines, gabardina, zapatos... un pastón, vamos. Y claro, pasaba de comprarme más ropa aún para el business-casual de las pelotas. Eso sí, las corbatas sí que las aparqué. que la soga del oficinista me tenía asfixiado.

Poco a poco se empezaron a ver señoritas, y algunos chicos, que se pasaban por el forro de los cojones cualquier tipo de normativa de indumentaria. Vaqueros y deportivas comenzaron a ser habituales. Nosotros, aún dentro de nuestros trajes, pensábamos que algún responsable les diría algo. ¡Una polla! Y, claro, nosotros nos indignamos. No por la gente que intenta ir lo más cómoda posible, sino por los jefes que deberían llamarles la atención -o decirnos a nosotros que podemos venir como vestimos el fin de semana- y no lo hacen. La semana pasada me harté.
Me harté de ver a chicas que se ponen, por sistema, pantalones vaqueros todos los viernes ¡y algunos otros dias!; de chicas que parece que van a la playa mientras yo paseo el puto traje; de chicos que vienen con playeras -oscuras y que se camuflan bajo las perneras-; del pasotismo de los responsables. ¡A mamarla!

Yo no soy un mingafría que respeta las normas y le da miedo romperlas. Pero. joder, por respeto a mis compañeros que sí siguen las normas las sigo yo. Ahora ya me he hartado y me he comprado ropa. No voy a ir con vaqueros y camiseta porque sé que me pegarían un toque. Pero me he comprado unos pantalones que perfectamente puedo llevar en mi vida diaria. También me he comprado un par de camisas de manga corta y unos polos. Y los pienso llevar por fuera del pantalón. Y si no es business-casual me importa tres cojones.

En resumen, a tomar por culo el traje, a tomar por culo los zapatos, a tomar por culo Emidio Tucci y a tomar por culo el business-casual de las pelotas. Y si me dicen algo les digo que se lo metan por el culo.

He aparcado el traje durante un tiempo indefinido.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Si señor, opino lo mismo, por ahora tengo los trajes, que para mi desgracia me compre pero a medida que los joda los reemplazare por ropa mas sport.

Jodido pionero, con 3 cojones si señor.

20r3mun dijo...

Muchas gracias señora. Me siento cómodo y liberado :D
Pero tampoco es para tanto, hombre. Hace tiempo que hay huevones que ya vienen como yo -o más- de sport.

¡Animaros!

Anónimo dijo...

A mí me parece estupendo. Ya ves que yo hoy he venido de Euskaltel... XD
Lo de los trajes siempre me ha parecido una tontería teniendo en cuenta que no trabajamos de cara al cliente. Y por teléfono no se nota si llevamos traje o no. Como mucho se puede notar si llevas cortaba, por la voz ahogada XD