Soy un Pringlebrown oficinista. Y como oficinista, no pude resistirme a esta sere sobre una oficina que se desarrolla en una oficina. No me resistí ni a Dilbert ni a la fabulosa The IT Crowd -al enlace me remito-, y no me he resistido a The office.
Empezó como una serie de bajo presupuesto para la NBC. Y la verdad es que, en los primeros capítulos, se observa que no fué hecha con muchas pretensiones. De todos modos adquirió un éxito inusitado.
Dunder Mifflin es una compañía distribuidora de papel que no está pasando por sus mejores momentos. Por eso, los directivos se plantean el cerrar una de sus sucursales. Lo que no saben es si cerrar la oficina de Scrampton o la de... no me acuerdo.
La oficina de Scrampton la dirige Michael Scott (Steve Carell), un impresentable. Un jefe que se cree que la mejor manera de motivar a sus empleados es hacer bromas y chistes que, en el mejor de los casos son pésimos. En el peor, homófobos, sexistas, racistas... y además sin pretenderlo él. Repito: es un impresentable. Es tan impresentable que, si ganase las elecciones presidenciales estadounidenses, sería más seguro para los ciudadanos que el pentagono disparase misiles nucleares hacia Rusia y China seguidos de un e-mail diciendo "a que no hay huevos de echar otro" que dejarle gobernar.
El tipo quiere ser majo y, en ocasiones, podría producir ternura. Pero es tan patán que no lo llega conseguir jamás. Es tan patán que he llegado a creer que la serie está producida por las patronales para dignificar a sus jefes. Ese tío dignifica casi a cualquiera.
Dwight K. Schrute (Rainn Wilson) es... joder, no se cómo describidlo. Imaginaros un psicópata de cinco años, al tío más trepa de vuestra oficina, al pelota de la clase, un impertinente y al doctor Zoidberg. Si lo mezcláis todo sale Dwight. Es el segundo de la oficina por el único mérito de ser un jodido pelota y principalmente, para que no de la barrila pidiéndolo. Su curriculum incluye artes maricales que practica en dojos donde él es el único adulto, ser Sheriff voluntario los fines de semana y ser tonto del culo.
Jim Halpert (John Krasinski) es un tipo divertido, con amigos, gracioso... y totalmente desmotivado en el trabajo. Es uno de los vendedores y sigue al pie de la letra trabajar lo mínimo posible y sacar dinero. Es amistoso y se lleva bien con la gente, en especial con Pam. Monta juegos en cuanto puede y no pierde una oportunidad para hacerle una jugarreta a Dwight, su compañero de mesa.
Como ya me he cansado de analizar los personajes de la serie y paso de seguir -si queréis os véis la serie y listos-.
Es divertida, pero queda muy lejos de las carcajadas que The IT Crowd me hace soltar. Normalmente, cuando te ries es más un "Jojojojojojo" que quiere expresar "no puedo creer que Michael haya hecho esa barbaridad/metido la pata así/sea tan imbécil/otras cosas malas". Las putadas que Jim hace a Dwight molan mucho, no lo voy a negar, pero son demasiado elaboradas para llevarlas a cabo en la propia oficina.
Con todo, hay momentos en que llegaría a agradecer que Michael fuera mi jefe. Pese a que es gilipollas integral, lo que pretende es que sus empleados sean amigos y que se diviertan en el trabajo. Y a mi me encantaría. Siempre estoy de coña en la oficina e intento echar unas risas siempre que puedo. Claro que aquí hay gente que, por ese tipo de cosas, te mira mal. Para ellos el trabajo bien hecho es puto sufrimiento, como las almorranas. ¿Tendrán almorranas?
Bueno, que la vean ustedes, ¡coño!
Empezó como una serie de bajo presupuesto para la NBC. Y la verdad es que, en los primeros capítulos, se observa que no fué hecha con muchas pretensiones. De todos modos adquirió un éxito inusitado.
Dunder Mifflin es una compañía distribuidora de papel que no está pasando por sus mejores momentos. Por eso, los directivos se plantean el cerrar una de sus sucursales. Lo que no saben es si cerrar la oficina de Scrampton o la de... no me acuerdo.
La oficina de Scrampton la dirige Michael Scott (Steve Carell), un impresentable. Un jefe que se cree que la mejor manera de motivar a sus empleados es hacer bromas y chistes que, en el mejor de los casos son pésimos. En el peor, homófobos, sexistas, racistas... y además sin pretenderlo él. Repito: es un impresentable. Es tan impresentable que, si ganase las elecciones presidenciales estadounidenses, sería más seguro para los ciudadanos que el pentagono disparase misiles nucleares hacia Rusia y China seguidos de un e-mail diciendo "a que no hay huevos de echar otro" que dejarle gobernar.
El tipo quiere ser majo y, en ocasiones, podría producir ternura. Pero es tan patán que no lo llega conseguir jamás. Es tan patán que he llegado a creer que la serie está producida por las patronales para dignificar a sus jefes. Ese tío dignifica casi a cualquiera.
Dwight K. Schrute (Rainn Wilson) es... joder, no se cómo describidlo. Imaginaros un psicópata de cinco años, al tío más trepa de vuestra oficina, al pelota de la clase, un impertinente y al doctor Zoidberg. Si lo mezcláis todo sale Dwight. Es el segundo de la oficina por el único mérito de ser un jodido pelota y principalmente, para que no de la barrila pidiéndolo. Su curriculum incluye artes maricales que practica en dojos donde él es el único adulto, ser Sheriff voluntario los fines de semana y ser tonto del culo.
Jim Halpert (John Krasinski) es un tipo divertido, con amigos, gracioso... y totalmente desmotivado en el trabajo. Es uno de los vendedores y sigue al pie de la letra trabajar lo mínimo posible y sacar dinero. Es amistoso y se lleva bien con la gente, en especial con Pam. Monta juegos en cuanto puede y no pierde una oportunidad para hacerle una jugarreta a Dwight, su compañero de mesa.
Como ya me he cansado de analizar los personajes de la serie y paso de seguir -si queréis os véis la serie y listos-.
Es divertida, pero queda muy lejos de las carcajadas que The IT Crowd me hace soltar. Normalmente, cuando te ries es más un "Jojojojojojo" que quiere expresar "no puedo creer que Michael haya hecho esa barbaridad/metido la pata así/sea tan imbécil/otras cosas malas". Las putadas que Jim hace a Dwight molan mucho, no lo voy a negar, pero son demasiado elaboradas para llevarlas a cabo en la propia oficina.
Con todo, hay momentos en que llegaría a agradecer que Michael fuera mi jefe. Pese a que es gilipollas integral, lo que pretende es que sus empleados sean amigos y que se diviertan en el trabajo. Y a mi me encantaría. Siempre estoy de coña en la oficina e intento echar unas risas siempre que puedo. Claro que aquí hay gente que, por ese tipo de cosas, te mira mal. Para ellos el trabajo bien hecho es puto sufrimiento, como las almorranas. ¿Tendrán almorranas?
Bueno, que la vean ustedes, ¡coño!
2 comentarios:
es guapisima la pagina web fake que se han currado con el nombre de la empresa.
si le das a intranet te mete en esta dirección, en la cual te puedes apuntar como empleado de "The Office"
http://www.dundermifflininfinity.com/accounts/register/
Welcome to Dunder Mifflin Infinity!
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