lunes, 12 de noviembre de 2007

Blandiendo mi puño iracundo en el aire.

Estreno nueva sección de periodicidad no definida. Y mi primer protagonista será Juan Carlos de Borbón.
El simpático monarca, asesino de Mitrofan en extrañas situaciones, está siendo protagonista por un encontronazo con el poco discreto presidente venezolano, Hugo Chávez.
Chávez puede parecernos muchas cosas: un visonario, un caradura, un loco, un justiciero, un ególatra, ... lo que os salga de los cojones. Y podemos criticarle todo lo que queramos, y, si queréis, debatir sobre su figura y su influencia en hispanoamérica. Pero me da igual; él representa a los venezolanos, no a nosotros.

En cambio el Juancar... ¡oh sí! Ese sí que nos representa, desgraciadamente. Y es que estoy hasta las pelotas de que el Borbón pueda hacer lo que le dé la gana, y que los medios y los españolitos monárquicos disfrazados de juancarlistas le consientan y le justifiquen diciendo que "es muy campechano".
Pues si es muy campechano, que lo sea en su casa. Pero ya que tenemos la desgracia de que nos represente a todos los habitantes del estado español, por obra y gracia de su apellido -y de Franco, no nos olvidemos que lo designó sucesor-, por lo menos que lo haga bien y con seriedad. ¡Ni campechano ni hostias!
Un jefe de estado no puede permitirse el lujo de perder los nervios, ni las formas ni el tono. Y si encima es un tipo impuesto, que no podemos cambiar al de 4 años si no hace bien su trabajo. Y no lo hace bien, se diga lo que se diga.
Aún recuerdo perfectamente una visita que hizo a Euskadi, donde saludó con su dedo corazón a los que le recibieron con protestas. Protestas dobles, por cierto, que ni querian rey ni querían ser españoles. Y su majestad los insultó y ¡hala! todo el mundo a reirle las gracias. Como a un niño mimado, pero con más dinero.

Y ya está bien del proteccionismo hacia la familia real y sus integrantes y acólitos pegados. ¿Por qué coño no se les puede criticar? ¿O quemar sus fotos? ¿O hacer chistes a su costa? ¡Si es la única utilidad que tienen!

Pues eso; ¿Por qué no te callas, Juancar?
En memoria de Mitrofan.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Eso es amor a su pueblo.... jejeje lo que el no debe de saber es que es correspondido de la misma manera!!

Que te jodan!! Que coño! Que os jodan a todos los Borbones!!

Además, no debería pedir permiso para entrar??

Pues eso, ¿Por qué no te callas, Juancar?