jueves, 18 de febrero de 2010

¡Mi ojete se lo merece!

Con un poco de retraso -venga, hala, todos a hacer chistes-, debido a que he estado dos semanas por tierras galas, por fin hago honor a la última promoción que me han enviado mis coleguis de Bloguzz: Colhogar Kilométrico.

Bien. Un par de días antes de marchar de viaje me llego el envío, un paquete grande que te cagas -¿lo habéis pillado?- con un útil pack de papel higiénico y un práctico revistero que se cuelga de la cisterna del retrete, para poder leer tus cosillas mientras plantas un pino.

Y es que cagar, no sólo es necesario, sino que a veces es un placer. No sé a vosotros, pero a mí, cuando cago, me gusta tomarme mi tiempo. Porque, para quedarse uno totalmente al gusto, debe uno dedicarle cierto tiempo al movimiento intestinal, y porque, curiosamente, es uno de los lugares dónde más y mejor inspiración encuentro. Es más, allí es donde encontré la inspiración para ésta y otra entrada que tengo preparadas. Supongo que todo esto es debido a la relajación. ¡Hay que relajarse para soltar el peso, estreñidos del mundo!
Y, claro, para terminar la experiencia como es debido, hace falta un papel higiénico decente.

En mi experiencia cagandera he utilizado muchos retretes. Y muchas veces, claro, te encuentras con que, debido al ahorro, austeridad o agarramiento del suministrador, el papel es de ese barato, como en mi antigua oficina. Todos sabemos cual es, el papel barato, digo. Ese papel áspero, fino, que no está bien compactado en el rollo y se separan las capas. Ese papel de mierda -toma chistazo- que nos irrita el ojete, no sólo por ser ralo y áspero como la puta lija del siete, sino porque, para limpiar la misma cantidad de zurullo, hay que emplear dieciséis kilómetros del mismo. ¡Es que me pone de una mala hostia! Además, como hay que emplear más, al final no sale más barato.

Amigos, en serio: vuestro ojete se merece un papel de calidad. Que nadie se arruina por esto y seréis más felices. Colhogar es, sin duda, una de las mejores opciones con las que sorprender a vuestro ano y, de paso, a vosotros mismos.

Y ahora os dejo que me estoy cagando.

3 comentarios:

MARYGLOSS dijo...

Maravillosa tu reflexion sobre el momento colhogar. Más clara imposible...jajaja

Anónimo dijo...

Así que ya estás de vuelta. Pásate un día de estos por el Skype en horas de curro, a ver si organizamos algo.
Musus!

Lery dijo...

Esto... era yo.