Largo tiempo sin pasarme por aquí, amigos. Y cualquiera diría que se me ha echado de menos... ¡un puto comentario pidiéndome que vuelva, cabronazos! Gracias, Chus, por cierto. Bueno, siendo honestos alguno sí que me ha dado la tabarra para que vuelva a dar cera a la cosa esta.
Y dónde he estado, se preguntarán... los dos o tres lectores que debo de tener. Pues... en un sitio muy raro, amigos. Muy raro. Y no estaba solo, no. Bobby Fischer y Max Shea estaban por allí. Y Joseba Sarrionaindia y Samantha Muder.
Y había unos niños pelirrojos que... sonará raro, pero se parecían tanto a JFK como a Marilyn Monroe. Me pregunto que significará...
Pero bueno, la cosa es que estaba allí, conversando con esta peña guay. Sí, tenía conexión a internet y podría haber blogueado. Pero la verdad, no me apetecía. Estaba investigando el lugar, una extraña isla, con mis nuevos amigos. Y, tios, gané a Bobby Fischer al ajedrez. Claro que allí jugábamos al ajedrez de la muerte y dí mi jaque mate con un palo muy largo, pero esa es otra historia.
Total, que estaba yo el otro día paseando por la orilla de la playa, cuando me encontré una extraña estructura que sobresalía en la arena. Me resultó conocida. Era... ¡el arco de San Mamés! Y entonces comprendí que jamás dejé la tierra; ¡había viajado en el tiempo! ¡¡¡La habéis destruído!!! ¡Malditos! ¡¡¡Yo os maldigo!!!
Pero vamos, que mi cabeza estaba en lugares alejados, perdidos, extraños. Había perdido a las musas, la inspiración... las ganas de vomitar letras online. Tal vez... ¿estaba apático? Sí, debe de ser eso.
Y he vuelto.
Y dónde he estado, se preguntarán... los dos o tres lectores que debo de tener. Pues... en un sitio muy raro, amigos. Muy raro. Y no estaba solo, no. Bobby Fischer y Max Shea estaban por allí. Y Joseba Sarrionaindia y Samantha Muder.
Y había unos niños pelirrojos que... sonará raro, pero se parecían tanto a JFK como a Marilyn Monroe. Me pregunto que significará...
Pero bueno, la cosa es que estaba allí, conversando con esta peña guay. Sí, tenía conexión a internet y podría haber blogueado. Pero la verdad, no me apetecía. Estaba investigando el lugar, una extraña isla, con mis nuevos amigos. Y, tios, gané a Bobby Fischer al ajedrez. Claro que allí jugábamos al ajedrez de la muerte y dí mi jaque mate con un palo muy largo, pero esa es otra historia.
Total, que estaba yo el otro día paseando por la orilla de la playa, cuando me encontré una extraña estructura que sobresalía en la arena. Me resultó conocida. Era... ¡el arco de San Mamés! Y entonces comprendí que jamás dejé la tierra; ¡había viajado en el tiempo! ¡¡¡La habéis destruído!!! ¡Malditos! ¡¡¡Yo os maldigo!!!
Pero vamos, que mi cabeza estaba en lugares alejados, perdidos, extraños. Había perdido a las musas, la inspiración... las ganas de vomitar letras online. Tal vez... ¿estaba apático? Sí, debe de ser eso.
Y he vuelto.
3 comentarios:
A ver si es verdad, así las mañanas se hacen más amenas en el curro xDD
¡Has vuelto! ¡Te queremos! XD
En serio, que me alegra volver a leerte por aquí, sabes (y si no lo sabes ya te lo digo yo) que soy una fiel lectora de tu blog y me agrada sobremanera poder disfrutar de nuevo de tus críticas mordaces y de tus reseñas interesantes.
Welcome back!
Ya era hora. A ver si tomo ejemplo de ti, me quito la apatía y comienzo a escribir
Publicar un comentario