sábado, 20 de septiembre de 2008

Pringle-cena de celebración.

¡Pero cómo mola esta peña!

Esta es mi pequeña crónica sobre la reunión que los Pringles más molones celebramos anoche. La excusa: el futuro cumpleaños de Lery y el pasado natalicio de quien suscribe. El objetivo: pasarlo tan bien como siempre nos lo pasamos y, supongo, ponernos al día :)
Pero tranquilos, queridos Pringles... vuestros trapos sucios, oscuros y pecaminosos no saldrán de mi boca ni de mi teclado :D

El comienzo no pudo ser más... ¿emocionante? Sí, esa debe de ser la mejor definición. Un servidor, invitado por su gentil primo, iba a pasar la noche en casa de éste. Bien, tras comer y ducharme me puse rumbo a Deusto, donde llegué con cierto retraso. Encontré un aparcamiento y, mientras maniobraba para encajar mi utilitario en el angosto espacio disponible, observé algo bajo el coche frente al mio. Vaya, una maleta debajo del coche, me dije, inocente de mí. Subí a casa, y nos llamó Deivid para que bajaramos, que ya estaba esperandonos cerca de donde estaba estacionado mi coche.
Bajamos, Yunai y yo, al encuentro de Deivid y pudimos observar un coche patrulla de la Ertzaintza. No le dimos mayor importancia y nos reunimos con Deivid, que nos dijo que un tipo vestido de paisano se le había identificado como Ertzaina y le había pedido que se retirase de la zona. Es entonces cuando se me encendió una bombillita en la cabeza: Desalojo por la policía + maleta debaho del coche...
Tios... para mi que hay una bomba ahí, dije :D Y efectivamente, el mismo agente de paisano vino a desalojarnos aún más y comentó que allí había un paquete sospechoso que posiblemente era una bomba.

Bueno, tras llamar a Lery para que no viniera a aquel lugar (y sí, efectivamente se había perdido) nos dirigimos a Indautxu, donde habíamos quedado con Aivan y la Uzu (y sí, efectivamente llegó tarde). Y allí, entre broma y broma sobre mi coche volador, la Uzu nos comentó que había oido un petardazo cuando pasaba por el Guggenheim... yo ya temía lo peor, porque mi Clio estaba a unos... 4 metros de la maleta :D A todo esto pasó una monja conduciendo un Saab 93 con más extras que el copón... ¡toma voto de pobreza!

Bueno, pusimos rumbo a la tetería Marmara, sita en las cercanías. Yo tenía en mente probar uno de los tés que allí sirven, pero tras acordarme de mi coche, inmediatamente comenzamos la ronda de cervezas :D Y allí, sentados en ese sitio que tiene un ambiente, en mi opinión, genial, estuvimos charlando y poniéndonos al día sobre... cosas. ¿Verdad, amigos?
Por cierto, el Marmara tiene todos los boletos para convertirse en uno de mis lugares fijos. Me gustó mucho.
Y al salir de allí haciendo caso al dicho de Quevedo, "si quieres que te sigan las mujeres, ponte delante", fuimos precediendo a un grupo de jovencitas que encarnaban la tentación. Ay, ay, ay... :D

El restaurante elegido fué el Charro loco, un mexicano. No estuvo mal, aunque para ser un mexicano algunas cosas me parecieron demasiado sosas y poco picantes. Nada picantes, de hecho. ¡Y las raciones eran enanas!
Pero los camareros fueron amables y nos echamos buenas risas allí. Bueno, nosotros y la parejita de la mesa de al lado, que cuando no estaban dándose de comer el uno al otro estaban del todo atentos a nuestra divertida y friki conversación. Un beso, bonicos.

Y de ahí al Dubliners, a seguir con las cosas buenas que acaban en "erveza" y eso. Aunque la noche terminó antes de lo esperado porque cierta consultora que no nombraremos no se leyó los cientos de correos enviados y se llevó el coche... pero la próxima quemamos la ciudad.
Pero no me quiero olvidar de cierto detalle que Aivan tuvo conmigo... Veamos. Él y yo eramos los únicos que estaban bebiendo al final de la noche, y nos bebimos el final del bote. Quedaban como 6 euros, así que propuse tomar un par de cervezas de las baratillas. San Miguel o Carlsberg, dije yo. Pues cómo no tenían ninguna de las dos... ¡va el cabrón y me trae una Cruzcampo! ¿Pero cómo se puede ser tan desgraciao?

Y bueno, la vuelta a casa de Yunai en el coche de Lery, con su asiento divertido que no ancla a eso de las 2.30... ¡yuhu!

Bueno, gracias a tod@s por una noche tan cojonuda.

P.S. Mi coche está perfectamente, por cierto. No sé si fué una falsa alarma o lo desactivaron, pero ningún Clio fué dañado durante la grabación de este Pringlepisodio.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Anda que no dió salsa tu coche jajaja
Se te ha olvidado comentar que gané la apuesta (aunque no era difícil) de quién llegaría más tarde.
Zorionak Uzuri!! xD

El año que viene vete reservando una entrada en el blog: Los pringles se van de lan.

Anónimo dijo...

Una crónica muy completa.
Creo que hacía tiempo que no me reía tanto. Y mira que la última vez que quedamos me reí, pero esta vez creo que nos hemos superado y todo.
Y llegué antes que vosotros!!!Jajajaja.
La próxima más y mejor, seguro. ;)

Chus dijo...

Seguro que al final era una maleta perdida por Iberia... X-D

Saludetes cantabros!